Abuelos a toda pantalla

Publicado el 11 noviembre 2013 por Clementine

En 1949, Mervyn LeRoy dirigía la hoy ya clásica versión de “Mujercitas” (Little women), donde conocíamos a Mr. Laurence a través de un elegantísimo (y cuándo no) C. Aubrey Smith, un abuelo finalmente entrañable. Y si no que se lo pregunten a Beth

Bajo la magistral dirección de Luis García Berlanga y partiendo de una no menos genial historia de Rafael Azcona, Pepe Isbert era en “El verdugo” (1963) Amadeo, abuelo, padre, suegro… Y verdugo. 

En “El abuelo está loco” (The Gnome-Mobile), producción de Walt Disney dirigida en 1967 por Robert Stevenson, nos encontrábamos a Walter Brennan como D. J. Mulrooney, el más que atareado abuelo de Elizabeth y Rodney quienes, por una serie de mágicas circunstancias, llegaban a conocer al gnomo Jasper, que a su vez les presentaba a su genuino abuelo Knobby… al que también daba vida Walter Brennan.
Un mágico y maravilloso Francisco Rabal interpretaba de manera magistral en ”Pajarico” al abuelo de una más que particular familia en esta historia escrita y dirigida en 1997 por Carlos Saura.

La jovencilla pero muy resuelta Griff conocía finalmente a Einar, su abuelo, un atípico pero muy correcto Robert Redford, en “Una vida por delante” (An unfinished life), preciosa historia dirigida por el director sueco Lasse Hallström.

En 1937 Allan Dwan dirigía a Shirley Temple en la ya clásica versión de “Heidi” (Heidi) en la que un entrañable Jean Hersholt daba vida a Adolph Kramer, el abuelo de esta maravillosa e inmortal historia. 

Inolvidable también Feodor Chaliapin Jr. como el muy genuino abuelo de Loretta en “Hechizo de luna” (Moonstruck), una historia mágica, y cómo no con la luna por medio, dirigida en 1987 por Norman Jewison.

Bajo una magistral dirección de Marco Ferreri y partiendo de un no menos genial guión de Rafael Azcona basado en su propia novela, Pepe Isbert era en “El cochecito” (1960) Anselmo Proharán, padre de Don Carlos, abuelo de Yolanda… y dueño de un cochecito.

En 2006, Jonathan Dayton y Valerie Faris dirigían una pequeña obra maestra llamada “Pequeña Miss Sunshine” (Little Miss Sunshine), una singular película que nos presentaba a una singular familia compuesta por la pequeña y singular Olive, su singular padre, su singular madre, su singular tío, su singular hermano y… sí, su singular abuelo Edwin, encarnado por un extraordinario Alan Arkin.

Dirigido en 1938 por un más que inspirado Frank Capra, Lionel Barrymore nos regalaba en “Vive como quieras” (You can’t take it with you) a Martin Vanderhoff, el abuelo más auténtico y coherente de la historia del cine, un gran sabio de la vida… y del buen uso de la armónica.

Dirigido en 1998 por José Luis Garci, Fernando Fernán-Gómez nos obsequiaba con una más de sus magistrales interpretaciones en “El abuelo” dando vida a Don Rodrigo de Arista Potestad, Conde de Albrit, Señor de Jerusa y de Polán… y abuelo de Nelly y Dolly.

Un año después de casar a su hija Kay, Stanley Banks, un sensacional Spencer Tracy, recibía con tremenda ilusión a su primer nieto en “El padre es abuelo” (Father’s little dividend) (1951). Sencillo argumento con el que Vincente Minnelli nos presentaba una comedia clásica en toda regla.

Dirigido en 1987 por un magistral Ettore Scola, Vittorio Gassman nos maravillaba en “La familia” (La famiglia) a través de Carlo, su personaje en esta preciosa historia que comenzaba presentándonoslo como nieto para convertirlo más adelante en padre y, finalmente, en un elegantísimo abuelo.  
Bajo una magistral dirección… de niños a cargo de Fernando Palacios y Rafael J. Salvia, y partiendo de un correcto guión basado en una historia de Antonio Vich y del propio Salvia, Pepe Isbert era en “La gran familia” (1962) el abuelo de semejante prole… Ni una sola Navidad sin buscar a Chencho.

En 1936, John Cronwell dirigía la hoy ya clásica versión de “El pequeño Lord” (Little Lord Fauntleroy), donde conocíamos al Conde de Dorincourt a través de un elegantísimo (y cuándo no) C. Aubrey Smith, un abuelo finalmente entrañable. Y si no que se lo pregunten a Ceddie
A los abuelos, nuestros maravillosos aliados.