El mundo de la cocina es un mundo muy duro y sacrificado y ha de gustarte, apasionarte más bien, para poder sobrellevarlo. Es más, bajo mi punto de vista, la cocina ha de ser tu vida y casi vivir, pensar y respirar por y para ella; al menos, si quieres llegar a un punto medianamente bueno (para mí bueno es disfrutar). Hay mucha competencia y esto te obliga a diferenciarte, a sobresalir de algún modo.
En la televisión nos muestran unos minutos, un montaje... pero el trasfondo es bien distinto. Para llegar a ese plato increíble, a ese resultado hay horas y horas de duro trabajo. De errores y aciertos, de pruebas, etc... Tu familia son tus compañeros de cocina y tu vestimenta es casi exclusivamente el uniforme (lo que para mí es un verdadero lujo!). Cuando empecé en la Escuela te encontrabas con personas que, una vez empezaban a comprender lo que es la profesión, abandonaban. Si logras pasar ese punto y te dejas atrapar habrás superado una prueba muy importante, aunque no la única.
Hoy en el discurso de graduación además del director de la Escuela, hablaba el que ha sido el padrino de la promoción de este año, Coca Cola, y su representante resaltaba el buen ambiente que se respira en la Escuela de la Casa de Campo, en el cariño con que, tanto los alumnos como los antiguos alumnos, hablan de ella. Y al oírle no podía evitar sentir otra vez la nostalgia que sentí el último día en la cocina de la Escuela. Si hay una cosa que he resaltado todo este tiempo, es la experiencia tan increíble que he vivido aquí. Los grandes compañeros y profesores que he tenido. Supongo que en el resto de escuelas pasará lo mismo, pero yo no llegué a tener este sentimiento en mi etapa en la Universidad en ningún momento y me sorprendía mucho.
Si finalmente tienes la suerte de encontrar un buen restaurante, te encontrarás con.... ahhhh!!! eso es sorpresa y también una lotería... Es increíble el hermetismo que existe en esta profesión nadie se atreve a comentar su experiencia y os aseguro que hay malas no, malísimas y son las mayoritarias... Por ahora me considero una afortunada, siempre me han tratado muy bien, cruzaremos los dedos ;)
Cuando hablo sobre esto con mis profesores coinciden en que no tienes que dejarte llevar por la opinión de los demás y que debes ser tú quién lo viva de primera mano. Supongo que razón no les falta. Cada persona es un mundo y, dado que esta profesión es tan dura es posible que ocurra como con los compañeros que fueron abandonando la Escuela, su opinión seguramente no será como la mía...
Bueno, hoy me he permitido alejarme de la mera receta y dejaros algunas reflexiones, pero es que el día de hoy lo merecía...me voy a seguir buscando restaurante, jeje!!!