Dentro de unas tres décadas, la presencia de robots sexuales en los países desarrollados hará que lo raro sea practicar el sexo con humanos. Es lo que afirma en un estudio Ian Pearson, científico futurista. Es cierto que su trabajo está en parte financiado por una empresa de juguetes sexuales, pero no significa que vaya desencaminado.
En nuestro presente de juguetes sexuales, cibersexo, y material online para todos los gustos, hay dos revoluciones a la vuelta de la esquina en principio alejadas de todo esto: realidad virtual y la introducción de androides en el hogar -uno de los más avanzados hasta se vende con una cláusula de que no te lo vas a encalomar-. ¿Es posible el sexo con robots por esas fechas? Sí. Y puede traer consecuencias sociales imprevistas: como el fin de la explotación sexual humana.magnet