Emprender la marcha de cualquier actividad es el equivalente a accionar, arrancar los motores y empezar un movimiento, de la mente y del cuerpo que a través de complejos sistemas de conexiones internas consiguen que esas actuaciones que ejecutamos sean recibidas como conceptos adquiridos, y nos permitirán realizar nuestra tarea con más confianza y seguridad en la misma, desenvolviéndonos con mayor soltura conforme avanzamos hacia el desenlace, y salvando con decisión los obstáculos que van apareciendo.
Cada paso que damos en nuestra actividad es un avance que realizamos en nuestro ámbito de superación, gracias a la utilización de nuestro cuerpo como el instrumento con el cual expresamos a través de las actividades realizadas, las ideas que van surgiendo, esforzándonos en conseguir coherencia en esa composición que estamos creando. Este es un camino que nos sirve para poder construir un mensaje claro y conciso que nos ayude en el proceso creador en que estamos inmersos.
En éste devenir que llevemos a cabo es muy probable que nuestra comprensión sea más diáfana que nuestras pretensiones corporales transmitiendo el mensaje. Tenemos que estar observando a nuestro cuerpo, y poder con nuestras acciones construir mensajes claros y concisos, dejando a las acciones corporales componer las nuevas partituras, dejándose llevar por el movimiento incesante corriente de impulso artístico.
Sólo gracias a ésto conseguiremos flexibilidad, expresividad y una sensibilidad que nos permita responder a las sutilezas de la creatividad. El cuerpo reacciona a éstos actos y se moldea tan grácilmente que responde de forma automática a toda clase de valores. Es por éste motivo que la acción dentro del arte debe buscarse y ser aplicada contínuamente, es el modo más práctico y seguro de retener la información en forma de conocimientos.
Y siguiendo la premisa de que la creatividad pertenece al reino de lo posible, de lo que puede ser. Las puertas que se nos abren en este sentido son ilimitadas, más aún si es la base en la que se desarrollan las actividades de los departamentos en las empresas. La creatividad da rienda suelta a la innovación, al desarrollo, a la investigación de nuevas formas de venta y promoción. De nuevos estilos de crear mensajes ya conocidos. Adaptación al cambio.