Comienza el disco con el tema que da título al álbum, con un riff demoledor para que luego entre la batería y todo el cargamento de rock and roll de la banda junto a la voz de Scott. Con el paso del tiempo ha sido una canción demasiado manoseada, radiada y televisada, llegando a cansar su excesivo uso, pero nunca dejó de ser un muy buen tema. Girls got rhthym con su ritmo brutal de inicio te hace despegar y levitar, pero la voz de Bon es tan tremebunda que no te puedes resistir, esto es rock and roll en estado puro, con un estribillo adictivo y unos coros fantásticos, para que luego las guitarras hagan el resto. Walk all over you empieza con una intro, que deja el terreno allanado para que entre la furia desatada de las guitarras y la sección rítmica con un imperial Scott que descerraja una letra brutal. Con Touch too much la banda alcanza la perfección, tema antológico, de esos por los que no pasa el tiempo, con una cadencia, una melodía adictiva y un estribillo demoledor, donde las guitarras corren libres y con perfecta sincronización, además del delirio final maravilloso. Beating around the bush cerraba la primera cara del vinilo con ese inicio de boogie rockanrolero, y ese ritmo machacón donde las guitarras son protagonistas junto a la voz a máximo rendimiento del cantante.La segunda cara empieza con otro bombazo de traca, Shot down in flames, con riffs atronadores que dejan a Mr.Scott libre el camino para desarrollar el tema, con unos cambios de ritmo brutales, y unas subidas y bajadas míticas, además de ese solo demoledor de Angus y el ritmo infernal de Malcom, señores y señoras esto es rock and roll en estado puro. Get it hot, es una maravilla de guitarras muy stonianas, y un estribillo marcado, con un desarrollo brillante. If you want blood (You've got it) es una canción que define perfectamente el estilo del grupo en este momento, riffs de guitarras poderosos, voz enérgica y rockera, y un estribillo cantable y coreable como poco, con ese "si quieres sangre, la tendrás". Con Love hungry man está el lado más bluesero del disco, en este medio tiempo donde el bajo gana protagonismo, además de un estribillo muy coreable también, sin olvidarnos de los riffs de guitarra siempre presentes. Night prowler acentúa más si cabe el lado blues del grupo, una balada final de gran calado, una manera fantástica de cerrar un discarro como este, con clase y elegancia, además de esa voz que parece salida de una resaca.
En definitiva un trabajo básico para entender a la banda australiana y como no, su obra cumbre con Bon Scott como cantante. Un álbum donde no hay bajones ni temas sobrantes y donde cada píldora es energizante al máximo, rock and roll de alto octanaje, y un derroche de facultades innatas brutales. Os dejo con el tema Walk all over you.