Descripción:
Existen unas cuantas variedades de esta planta encantadora que crece silvestre en las regiones mediterráneas. Se dice que la Lavandula Officinalis es la más aromática. Posee largos tallos y flores de color azul púrpura cubiertas con un vello estrellado. Las hojas estrechas son verdigrises. Familia de la Labiadas.
Historia:
Desde hace más de 5000 años, la lavanda tiene una tradición bien establecida como remedio popular.
El origen de su nombre tiene dos versiones: del latín “lavare”, que significa lavar, y la otra es también del latín “lividula” que quiere decir azulado.
Cuenta la leyenda que una hermosa Hada, rubia de ojos celestes, llamada Lavandula, hojeaba un día su libro de paisajes, y al detenerse sobre el paisaje de La Provenza, se puso a llorar al ver que era muy pobre y agreste. Resultó que sus lágrimas de color violeta, mancharon el paisaje, y desde aquel día comenzó a crecer en esa región las plantas de lavanda, convirtiéndola en campos cubiertos de un manto violeta de flores de Lavanda.
En Europa del norte era una de las hierbas consagradas a Hécate, diosa del mundo subterráneo que ahuyentaba a los malos espíritus.
Se cree que los romanos la introdujeron en Gran Bretaña y otros países del norte. El agua de lavanda es uno de los perfumes ingleses más antiguos; se cree que la destilación comercial comenzó a principios del siglo XVII. Por sus atributos y propiedades se la ha llamado “La Madre de los Aceites Esenciales”
Origen:
Originario de Francia, España, Inglaterra, la antigua Unión Soviética. Se cultiva por su esencia en Europa y América.