Me resulta curioso, que no sorprendente, observar cómo se utiliza tan alegremente los adjetivos superlativos. Y miren que pueda tener un pase que se haga en grado absoluto pero hacerlo en grado relativo...ya dice mucho de la falta de rigor en su utilización, más si se hace por autoproclamación (narcisismo), por cercanos o desde grupos de referencia interesadamente influenciados.
Resulta absurda y poco representativa la búsqueda del elogio por todos y desde los 4 puntos cardinales. Es mas sano y normal tener gente que te obvie, muestre crítica o directamente sea tu detractor. La historia, al final de una trayectoria, es quien únicamente está legitimada para otorgar esta adjetivación superlativa (relativa) u otorgar los galones que confieren a los méritos que lleguen a contraerse.