Presionado por sus superiores, por los medios de comunicación y por el alcalde de Nueva York, que desea ser reelecto para un tercer período, el teniente de Homicidios se ve obligado a organizar un grupo de trabajo dedicado exclusivamente a atrapar al criminal. En medio de una desesperada carrera contra el tiempo, la tarea resulta casi una misión imposible, pues a pesar de que el asesino ataca en lugares públicos repletos de gente, nadie ha podido dar una descripción física del individuo. Además, el criminal se ha encargado de no dejar rastros ni evidencias físicas o forenses que permitan su identificación y captura. Para empeorar las cosas, en un siniestro juego del gato y el ratón, los acertijos lucen cada vez más difíciles de resolver, el tiempo entre un asesinato y el siguiente se acorta y la ola de homicidios parece imparable...
Genial, absorvente. Me ha encantado.