Un déficit comercial permanente es una muestra clara de que no funcionamos tan bien como otros, si compramos fuera en mayor cantidad (monetaria) que lo que nos compran a nosotros estamos aceptando que ellos fabrican en mejores condiciones de calidad precio y terminaremos cerrando empresas, reduciendo posibilidades de crecimiento a medio plazo y por tanto eliminando puestos de trabajo, aumentando el paro. Si pasa durante años diciendo que España va bien, mayor problema.
Lo anterior teniendo en cuenta nuestra fortaleza turística que durante años ha compensado la balanza por cuenta corriente, aún así, insuficiente. Si queremos mejorar habrá que aumentar la competitividad, invertir en las fábricas y negocios para introducir mejoras técnicas, pero si el dinero solo llega al suelo y ladrillo, como ha ocurrido, mal lo tenemos. Políticos, empresarios, banqueros han tenido 15 años para darse cuenta.
También podremos innovar en procesos, con la ayuda e implicación de los trabajadores hay muchas cuestiones que mejorarán, pero si los contratos de trabajo son temporales nadie tendrá ganas de hacerlo, se puede mejorar por mayor formación laboral pero ningún empresario lo hará si los contratos son cortos porque se irán sin dar rendimiento. Si solo se apuesta a ganar con bajos salarios, no mejoraremos en relación a otros. Trabajo precario, alta temporalidad y bajos salarios no mejorará nunca la competitividad. Nuestra clase empresarial debería saber estas cosas o empezar a reconvertirse. Como se hacía antes del euro?, pues devaluando la peseta cada vez que pasaba, que era cada poco tiempo, como están haciendo ahora China, EEUU, Reino Unido, etc.
Si gastamos dinero del que no disponemos, estamos viviendo por encima de nuestras posibilidades, no es un problema moral, ni quiere decir que no tengamos derecho a vivir mejor, etc. etc. solo expresa que gastamos algo que no tenemos, eso es vivir por encima de las posibilidades, es una locura que puede salirnos mal, porque tendrá que ser con dinero de otros y al principio puede ser gratis, tipos cercanos a 0, pero también pueden subir los tipos de interés o dejar de prestarnos y entonces no podremos cumplir nuestros compromisos y como vemos en muchas películas americanas los prestamistas pueden rompernos las piernas por no pagar.
Gastar por encima de lo que se tiene dependerá de los empresarios y especuladores que compran suelo, pensando en recuperar a corto plazo un 30 o 50 % o 200 % de la inversión, y como creen que es seguro pedirán préstamos. Si los particulares en estos años de precrisis, han ampliando la hipoteca, soportada en un aumento del valor de la casa, y tomaban en préstamo a largo plazo para gastarlo en consumo a corto plazo, en comuniones, bodas, viajes y coches. De lo cual el gobierno tendrá una responsabilidad, pero habrá otras responsabilidades a denunciar, las nuestras y de los bancos españoles que han estado insistiendo abombo y platillo en que lo hiciéramos.
Por cierto los bancos tampoco tenían dinero para poder prestar todo lo que querían, teníamos poco ahorro en relación a lo que pedíamos prestado. Las necesidades de financiación de la economía española durante muchos años han tenido que colmarse con préstamos exteriores, la mitad de la deuda total, es externa, así que bancos y grandes empresas salían al mercado exterior a pedir préstamos.
Al margen de pedir dinero prestado fuera, el sistema financiero español, quería prestar mayor cantidad de lo que podía. Hay unos límites, al tener que cumplir las normas del Banco de España que le obligan a mantener unos coeficientes relacionados con sus balances, dinero en sus cajas que garanticen el normal funcionamiento, pero vieron que podían ganar mucho dinero si saltaban normas, pero eso sí cumpliendo la ley, y empezaron a vivir por encima de sus posibilidades también. Titulizaron los prestamos hipotecarios.
Al realizar muchas hipotecas, podían agruparlas y venderlas, y así volverían a tener dinero para prestarlo, otra vez al suelo y ladrillo. La operación era sencilla, se agrupaban cientos o miles de préstamos hipotecarios que eran vendidos a una sociedad externa al banco (vinculada o no) y que ésta a su vez troceaba en papelitos, títulos, que vendía a fondos de inversión y particulares. El banco se quitaba del balance esos préstamos y tenía otra vez dinero para prestar manteniendo coeficientes. Además podía seguir administrando los préstamos cuya propiedad ya era de la otra sociedad, con lo que cobraba por un servicio. Negocio redondo. Pero donde estaban PP y cía para impedirlo o frenarlo? O ahora para denunciarlo y poner límites?
No quisiera complicar demasiado, pero esos miles de hipotecas se pueden vender agrupados en múltiples paquetitos, añadidos o no a otros productos financieros y especular todavía mucho mas si vendemos seguros contra impagos (CDS) que nos garantice, una compañía de seguros por ejemplo, que pagará en caso de que los prestatarios no paguen sus hipotecas. Ni que decir tiene que esa compañía de seguros debe prever que se produzcan impagos para lo cual deberá tener una cantidad disponible de dinero para hacer frente a sus obligaciones. (Ni lo soñéis esto no pasó y llegó la quiebra, AIG)
En este mundo, las cosas son así o parecidas, claro que si mañana revolucionamos todo, cambiarán, mientras tanto los jóvenes españoles en paro y con contratos precario y saliendo cada vez en mayor número a trabajar fuera.
PD. Los cuadros de este y el anterior post están extraidos de 'Balanza de Pagos' del Banco de España.