(Texto de Juan José Azpíroz, Secretario de SECOT Bizkaia)
Le estaban preparando para una recuperación en el sanatorio de Gorliz, pero no llegó a tener la oportunidad de ir allí y sumió a Mª Carmen y sus hijos Elena y Rafa en la mayor tristeza imaginable, pero al mismo tiempo en una gran determinación de seguir adelante luchando y viviendo con la ayuda de su fe y optimismo vital.
Aunque Rafael no era socio de Secot nos conocía a muchos de nosotros, algunos con gran amistad. Yo le conocí hace bastantes años, cuando fue a comprar un ordenador y Mª Carmen me pidió que le aconsejara con mis humildes conocimientos del tema. Quedamos una tarde en Las Arenas, charlamos un buen rato y tuve la primera oportunidad de conocerle y disfrutar de su simpatía y buen humor. Posteriormente Rafa participó en varias excursiones mixtas de arte y gastronomía, que son tan apreciadas en esta tierra, organizadas por Secot y me acuerdo perfectamente, porque siempre me impactó, de su risa sonora y frecuente que formaba parte de su fisonomía.
Que descanse en paz el amigo al que recordaremos siempre con gran afecto. Que Mª Carmen y sus hijos acepten con serenidad el dolor de su pérdida irreparable.
(Firmado: Juan José Azpíroz)
El lunes 9 de Mayo asistimos varios Seniors a la misa funeral solemne en la Iglesia parroquial de San Vicente Mártir de Bilbao, celebrada por tres sacerdotes, uno de ellos Txomin Bereciartua, Fundador y Presidente de Honor de la Fundación Novia Salcedo, que desde la muerte del Padre Jesuita Lizarralde oficia la misa de los Seniors de SECOT Bizkaia dos veces al año. Elena, la hija de Rafa y Mari Carmen leyó una emotiva carta y otra de su hermano Rafa que no pudo asistir. El coro cantó durante toda la misa que acabó con el “Agur Jauna” tocado por un Txistulari.Antes de jubilarse Rafa era comandante-piloto de Iberia. Encontré esta historia anecdótica y curiosa de Rafa.
“Cuando estábamos mudando la dirección para alcanzar el nivel o altura exigida rumbo ya a Las Palmas”, dijo Rafa a JJ Benítez, “vimos una luz sobre las colinas y montes cercanos al aeropuerto. Era fuerte. Brillante. Yo diría que un poco ovalada. Se asemejaba a la forma de una lenteja. De pronto, la luz empezó a aproximarse al avión. Y aumentó de tamaño y de intensidad. Y se hizo grande como un balón... Sé que no es frecuente creer en extraterrestres. Pero yo he visto «algo» que sólo puede ser asociado a una tecnología infinitamente superior a la humana… Se comportaba «inteligentemente». Y era evidente que no estábamos ante un avión, o un helicóptero, o un meteorito… Se mantuvo a la misma distancia. Pero la cosa no terminó ahí. Acto seguido ascendió en vertical y pasó por encima del avión, situándose a nuestro costado izquierdo. Y nos acompañó hasta Las Palmas. En total, más de 20 minutos de vuelo. El objeto se mantuvo a una misma distancia, volando en paralelo con nosotros y a idéntica velocidad que el DC-9. Es decir, a unos 750 kilómetros por hora. Su luz blancoamarillenta destacaba extraordinariamente…" No eran seres humanos, porque “ni los más audaces aviones experimentales pueden desarrollar esas velocidades ni practicar semejantes giros y ángulos rectos en pleno vuelo”, dijo Rafa.
Desde ahora, cada vez que de noche veo las luces brillantes de un avión sobrevolando Algorta cuando se aproxima al aeropuerto de Bilbao, me acordaré de Rafa. Aquellas luces en el cielo de las islas ya no tienen misterio para él.
Hasta siempre, Rafa. Un abrazo, Mari Carmen y vuestros hijos.