Acompáñanos a descubrir esta historia sobre el destino...
Hace mucho tiempo, un anciano general se dirigió a defender a su pueblo con su pequeño ejército frente a un invasor mucho más numeroso. Sus soldados estaban desmoralizados. Cerca del lugar de la batalla había un templo del que se decía que tenía la capacidad de vaticinar el futuro y conceder favores: las personas acudían allí para orar y meditar. Cuando se salía del santuario era costumbre lanzar una moneda al aire; si salía cara, se cumplían los favores que se habían pedido.--