“Si eres mando de las Fuerzas Armadas o la Guardia Civil –escribe Luis Gonzalo Segura el 4 de agosto, en Público–, no tienes que privarte de nada. Si quieres acosar o abusar sexualmente y hasta violar a una subordinada, la cúpula militar, la justicia militar y los ministerios de Defensa e Interior te dan todas las posibilidades que necesitas. El mando siempre debe ser protegido, esa es la máxima, como el empresario que resultó multado por una agresión sexual a una trabajadora que acostumbraba a vestir con minifalda y provocaba (“la sentencia de la minifalda”). Claro que incitaba, pobre empresario y pobres altos mandos.
“Aquella era una decisión judicial de la España de finales de los ochenta, la de los GAL y la cal viva. La justicia castrense es, actualmente, igual de tétrica que esa sentencia y ello se debe, entre otros, a Juan Manuel García Labajo. Él es el General Consejero Togado, es decir, el mandamás de los juristas militares, el que tiene el orgullo de seguir perpetuando la infamia. El que se sienta a la derecha del Señor de la Guerra. Así pues, si eres un acosador, un agresor o un violador, nada mejor que convertir tus sueños en realidad en las Fuerzas Armadas y la Benemérita. La oferta es inmejorable para todos aquellos que tengan una subordinada de esas que dicen no, pero realmente está queriendo decir sí. Porque una subordinada siempre quiere decir sí, y si no lo dice se le supone, como el valor. Y un oficial nunca se rinde, nunca acepta un no por respuesta y, menos, de una inferior que lo es por doble motivo, por ser mujer y por tener menor rango. Las órdenes, dejémonos de palabrerías, se cumplen y las mujeres se acosan o violan, que para eso han venido al mundo y se han alistado. Si no lo querían, que se hubieran ido al Carrefour…
“Cualquier motivo es válido para encausar a la denunciante o presionarla lo más posible para intentar que retire la denuncia, abandone o termine fuera de las Fuerzas Armadas o la Guardia Civil. Deserción ha sido la causa esta vez y ello se justifica por estar cinco días de permiso debido a la enfermedad de un padre. En otras ocasiones, cuando el oficial es de buena familia, como en el caso del condenado por agresión sexual en Alborán, lo que se hace es recomendar a la denunciante mantenerse callada. Es ahí donde podemos encontrar el motivo para el bajo número de denuncias: 400% menos que en cualquier ámbito de la sociedad, según afirmó el propio ministro de Defensa.
“Toda condena de un mando de las Fuerzas Armadas o la Guardia Civil que sea inferior a los tres años le permitirá seguir en las mismas una vez cumplida la pena. Sucedió con el capitán condenado por 28 abusos sexuales a reclutas, sucederá en el caso del oficial condenado por agresión sexual en Alborán… Lo peor de todo es que los altos mandos no quieren afrontar reformas por no perder sus privilegios (ser condenados y seguir siendo militar) ni cuestionar la jerarquía, que es mucho más importante que las violaciones, acosos o agresiones sexuales. Escalofriante. Así pues, si eres un alto mando y has acosado, violado o abusado sexualmente, la cúpula militar será tu mejor protección: presiones y acoso laboral a la víctima para que no denuncie; trato favorable de la justicia militar, los altos mandos y el ministerio; y, lo más importante, protección laboral para conservar tu puesto de trabajo. Incluso si eres denunciado ante los juzgados por haber violado, acosado durante años y obligado a abortar a tu subordinada, la Dirección de la Guardia Civil no te suspenderá de tus funciones salvo que la noticia llegue a los medios de comunicación… ¡Por si quieres repetir! Y, si tienen que condenarte, podrás reincorporarte a tu trabajo sin que te acosen ni repudien como a las víctimas, hasta te ascenderán y condecorarán. No conformes, intentaran condenar y/o expulsar a la víctima falsificando documentación si hace falta, y si fracasan, te podrás cruzar con ella para que se sienta violada una y otra vez… Hasta el ministro te defenderá y si eres de buena familia, tienes un extra que no deberías desaprovechar: presionarán mucho más porque tu raza es superior… Si todavía no te has unido a tan selecto club, no lo dudes: ¡Adelante!”.