Segunda acometida al Steampunk de este año. Esta vez le ha tocado a Ácronos, antología publicada por Tyrannosaurus books a principios de 2013; catorce relatos seleccionados por Josué Ramos y Paulo César Ramírez, dos grandes conocidos del mundo del Steampunk.
Tenía ganas de volver a leer algo de Steampunk, a ver si la sensación un poco huérfana que me había dejado Planes B se disolvía, o por el contrario, iba a más y descubría que este género no era para mí.
A priori Ácronos cuenta con la garantía de dos grandes coordinadores –Josué y Paulo- y de un sello que me da garantías, Tyrannosaurus, además de ciertos autores que aparecen en la antología a los que tenía muchas ganas de leer.
Pero después de leer la antología la sensación de que este género es muy voluble no deja de flotar en mi interior, de que puede dar cosas muy buenas y también cosas muy malas persiste, de que el potencial es brutal y de que apenas se escriben relatos buenos está ahí, es una sensación que perdura y que no me quito. En esta antología he leído relatos que me han gustado mucho, y relatos que apenas me han dicho nada, y ya sé que en un antología es prácticamente imposible acertar con todos, pero la cosa es más –y esto es muy personal- porque se repiten los mismos tópicos relato tras relato, pocos autores salen de los engranajes, las máquinas de vapor, los dirigibles, los autómatas y todos los tópicos que tiene el género. Puede que en otros géneros como la novela negra sea menos notable, el género negro o la ciencia ficción por ejemplo son más maleables y admiten muchas más variaciones, casi diría que infinitas. ¿Puede el Steampunk soportar las mismas variables? ¿Por qué nadie se ha puesto a ello? ¿O es que yo aún no lo he leído?
Bueno, cuando digo que nadie se ha puesto a ello miento un poco, en esta antología he encontrado varios relatos –los que más me han gustado de hecho- que se salen de los tópicos para ir más allá, para darle una vuelta de tuerca al Steampunk, es por eso que veo que es posible y que apenas se hace, por lo que tengo entendido. Al menos en España.
Catorce relatos son unos cuantos para repasarlos uno a uno, así que esta vez he decidido comentaros los que más me han gustado y dejar el resto en segundo plano con la esperanza de que los descubráis vosotros mismos al leerlos.
Regreso a la Atlántida de Víctor Conde es el primero de los relatos que llamó mi atención, me ha gustado mucho la premisa del relato, el misterio que envuelve la historia y la fantástica narración de Conde. El Titanic ha sido comprado por el rico y excéntrico príncipe indio Bradiyi, de Shangri-La para su uso personal, y una de las empresas en las que ha puesto toda su pasión es en subir a bordo un pequeño submarino con el que buscar tesoros en el fondo del mar. El relato narra, casi por entero, la primera inmersión del pequeño aparato en el que van el rico príncipe y Nordhal, un experimentado aventurero con nervios de acero y sobrada experiencia en peligrosos viajes. Conde narra la bajada a las profundidades de los dos personajes a bordo del pequeño submarino de una manera genial, donde se siente la asfixia del pequeño aparato, las inseguridades de sus ocupantes, la profundidad y misterio del abismo, un relato magnífico. Especial mención al personaje de Bradiyi y su manera de hablar, entrañable.
El siguiente con el que disfrute fue Nuestra primera guerra de Jannacek Jadehierro, y aquí he de admitir mí pasión por uno de los tópicos del género, los dirigibles. En Nuestra primera guerra se narra una pequeña batalla entre tres dirigibles en los que el protagonista, un cocinero, rescata a una bonita dama y la salva de morir en la refriega. Sí que es un relato de los que antes renegaba, pero es que estas batallas en el aire me encantan, que le vamos a hacer.
Wukan Inké de Rafael González es un extraño y apasionante relato de esos que le da una vuelta de tuerca al Steampunk, un relato en apariencia sencillo pero que esconde algo más, una pequeña historia llena de acción y tristeza. El capitán de un dirigible, su ayudante, un cazador de búfalos y una enigmática mujer viajan hasta una peligrosa zona para tomar muestras de una peligrosísima planta. Una planta que solo con rozarla causa la muerte. Además la zona está plagada de unos aún más extraños búfalos…
Novedad en el Alcázar de José Ramón Vázquez es otro desliz, otra contradicción en mi juicio lo reconozco, pero tengo mis motivos. Vázquez ha escrito un relato de super robots, pero es un relato diferente, castizo, genial, y los NT-3 son magníficos, de verdad. En una guerra civil donde los republicanos van venciendo, los rusos nos han construido –al bando republicano- una suerte de robots gigantes prácticamente invencibles, unos robots con la última tecnología, unos robots que se pilotan con un soldado en su interior, a saber, un soldado joven y sin vicios de otras máquinas conducidas en su haber. He disfrutado con este relato de pura guerra, de pura acción, de estrategia, de adrenalina, un relato donde hay robots, sí, pero alejado de los tópicos del género, diferente.
Y por último el relato más oscuro y violento de cuantos componen la antología, el relato con el que más he disfrutado, el perfecto representante de eso que busco, un Steampunk diferente, oscuro, brutal; El niño, el muerto y el Lobo, de Jesús Cañadas. Digo que a mí es el que más me ha gustado, pero entiendo que no se identifique al Steampunk con esto, lo que pasa es que yo soy un degenerado y a mi estas cosas bestias me gustan muy mucho. Cañadas escribe un relato realmente oscuro donde pone como protagonista a un niño y a un personaje llamado El muerto, estos dos personajes poseedores de un valiosos reloj, intentaran llegar a Los Altos Hornos, allí tienen una misión un tanto especial. Pero al niño y a El Muerto los persigue El Lobo, un cruento ser que mata sin piedad y que no conoce el dolor…
Ácronos en global es una buena antología de Steampunk, la mayoría de relatos me parecen buenos –dejando a un lado mis preferencias y mis manías- y son más bien pocos los que no me han dejado frío. Otra cosa es si se pude variar en las tramas de los relatos, que ya hemos visto que sí, y si apetece hacerlo más a menudo, que estoy seguro que también –a ver que ofrece Ácronos 2 y el resto de antologías que tengo en casa-. Y aunque solo haya reseñado cinco relatos de catorce, no quiere decir que el resto no valgan unas palabras, como he dicho al principio, es simplemente que me apetecía señalar estos y no hacer esto demasiado largo y agónico para vosotros.
De momento el Steampunk sigue sin llenarme del todo, pero quiero seguir leyendo a ver si voy encontrando el camino o tengo una epifanía o algo, de momento me da buenos ratos y es entretenido, que ya es mucho.
Ácronos Antología Steampunk
VVAA
Tyrannosaurus Books 2013
256 páginas.