Pero parece que las feas costumbres se repiten y tanto Almirall como Pronovias han enviado una carta a sus trabajadores diciéndoles que si sale la independencia ellos marcharían de Catalunya. Lo de Almirall es de risa, ya que la sede ya la tienen en Madrid desde hace tiempo.
Mensaje coactivo para influir el voto que debería ser libre, sin miedo, secreto, el acto que en democracia en el que nadie debería coaccionarnos.
Vuelven a activar el piquete empresarial, vuelven a hacer lo mismo que hicieron en anteriores huelgas generales. Los sindicatos, es evidente, lo denuncian. Pero al parecer enviar cartas con “opiniones” a los trabajadores no es delito. Forma parte de ese fraude inocente que ejercen desde el poder. Para coaccionar, para asustar.
En todo caso, el derecho a voto al final lo ejercemos en la privacidad, sin que nadie, ni siquiera nuestro jefe, pueda saber que votamos ni a quien.
Así que tal vez, la estrategia del miedo, les salga por la culata.