El libro trata sobre las imparcialidades que se construyen en torno al lenguaje en la Universidad Nacional San Antonio de Abad, en el Cusco; y en la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga, en Ayacucho. Se estudian las conflictos en torno al motoseo, del uso del quechua y de la escritura académica para demostrar como todas ellas sirven de base para generar graves exclusiones entre los estudiantes.
Definiendo al lenguaje como aquella instancia que provee de un conjunto de recursos y prácticas que se encuentran ideológicamente definidos, este trabajo muestra cómo, a partir de elementos lingüísticos, se camuflan categorías raciales y culturales y se desarrolla una discriminación que pasa mucho más desapercibida. Realizado en el marco del programa de acción afirmativa HATUN ÑAN, este estudio busca poner en la agenda académica y política la importancia de los usos del lenguaje al interior del debate sobre la necesidad de la interculturalidad en la educación superior.