Si bien el ciclismo es una actividad que podemos realizar durante todo el año, para un entrenamiento real es evidente que la mejor formación en dos pedales es durante el verano, mientras que para la temporada invernal y durante el entrenamiento base (en dónde las condiciones ambientales y físicas no son las óptimas) siempre se pueden optar por actividades deportivas alternas que pueden coincidir con los mismos gestos deportivos expuestos en el ciclismo.
Así, algunas de las actividades alternas más recurrentes es el running que con un buena combinación y aplicación puedes obtener los mejores resultados para adquirir el correcto acondicionamiento general. Pero esta actividad involucra algunos inconvenientes como la inadecuada intensidad y exceso de volumen que pueden variar de una a otra actividad, lo que también podría provocar una inadecuación cardiovascular (debido a la incompatibilidad muscular y la alta intensidad); pero si lo logra aplicar de forma adecuada, este ejercicio al final puede ser una gran opción para el sistema cardiovascular.
Pero si decides realizar una actividad deportiva alterna, al final, ten en cuenta que todas aquellas actividades deportivas en dónde se involucren diversos momentos con cierta explosividad de intensidad no son las opciones más adecuadas para realizar si estas planificando tu entrenamiento (así olvídate de los juegos de tenis, pale o cualquiera que involucre el uso de una pelota).
Actividad: Running
Como ya lo hemos expresado el Running es una actividad deportiva incompatible en grado muscular con el ciclismo (lo que puede ser muy traumático y agresivo con las articulaciones –o cuantos no conocemos de casos de pedalistas que se han lesionado después de salir a correr durante la preparación invernal-). Sin embargo, a muchos que practican ciclismo, y después de salir a correr, le va muy bien al montar sus máquinas sin sufrir alguna dolorosa lesión. Pero el verdadero problema reside en que cuando se realiza el Running no se lleva a cabo en las condiciones más adecuadas.
De tal forma, lo primero que debes de tomar en cuenta es que un ciclista y un corredor no disponen de la misma densidad ósea, debido a que el ciclista no ha desarrollado y puesto a punto características como músculos, tendones y articulares que intervienen para el desarrollo de una buena zancada. Tampoco, nosotros como ciclistas, tomamos en cuenta lo relacionado con la pisada. Otro de los detalles a los que no prestamos gran importancia es la selección de las zapatillas, junto a la forma del pie (en dónde bien se debería de considerar si se requiere de plantillas que se adapte en específico al pie).
Y si tomas en cuenta todos los detalles anteriormente descritos te pudieran ayudar a prevenir una serie de lesiones que podrían sobrecargarte (ya que además de mantenerte parado, también te pueden significar una considerable inversión para la recuperación de tu salud).
Al final, si eres de los pedalistas que realizan todas las marchas cicloturistas que se te ponen en frente, y tiene un registro de kilómetros en la bicicleta similar a lo llevado en tus viajes en coche, entonces no hay porque dudar que tu fondo se pueda trasladar sobre el asfalto del suelo al correr (realizando al menos una hora sin preocupaciones).
Por lo que, es evidente que el correr es una viable alternativa para combinar con tus entrenamientos en bicicleta, pero siempre y cuando tengas en mente ciertas consideraciones y conocimiento del deporte.
En resumen, al correr ponemos a trabajar la sección muscular trasera (como los isquiotibiales y soleos, junto a las fascias plantares, tendones en la rótula y tendón de Aquiles); mientras que la descompensación muscular existente va de la parte delantera, hacia la sección posterior de la pierna (en específico el cuádriceps y femoral), lo que podría generar importantes sobrecargas si no se realiza una introducción paulatina.
Pero sino realizas el esfuerzo de salir en bicicleta, al menos un par de días (o por lo menos realizar rodillos) no logras mantener las sensaciones que habías alcanzado en la bicicleta. Inclusive si comienzas a realizar más running que pedaleadas, tus cuádriceps pueden perder fortaleza (lo que nos lleva a compensar con sesiones de pesas –algo que puede que no notes al principio de tus entrenamientos, pero al legar al tercer mesociclo notarás que alcanzas la más alta intensidad, pero tu pierna no tiene el mismo nivel de fuerza-).
Consideraciones finales
En resumen, para una buena práctica de ciclismo mezclado con running estás son las consideraciones finales:
El calzado apropiado con óptima amortiguación: Ten en cuenta que, si no haces uso del equipo adecuado para correr, puedes exponerte a lesiones como la periostitis; y todo este tipo de lesiones no sólo te obligaran a parar de correr, sino de volverte a subir en la bicicleta.
Busca correr por suelo blando: Lo mejor es correr por secciones terrosas, césped o campo abierto. Y es que si abusas de correr sobre asfalto puede derivar en lesiones como la periostitis.
Al comenzar, lo mejor es realizar sesiones cortas: Al igual que cualquier deporte, el correr también involucra cierto periodo de adaptación y progresión; por lo cual, lo más recomendables es iniciar con sesiones de entre 20 y hasta 30 minutos, para en cada semana ir añadiendo de 5 a 10 minutos.
Al mezclar con la práctica del ciclismo, entre más vas avanzando debes de reducir tus sesiones de running: Así, si en el primer mesociclo no tuviste otra alternativa que salir a correr de dos a tres días por semana, al llegar al segundo mesociclo buscarás reducir un día de running y sustituirlo por la bicicleta. Al llegar al tercer mesociclo sólo deberías de realizar una sesión de running e incrementar tus sesiones en bicicleta.
Realiza las sesiones de running a ritmo tranquilo: Recordar que al realizar running se pueden subir con gran facilidad tus pulsaciones (esto debido al mayor consumo de oxígeno derivado de una mayor intervención de músculos para el ejercicio con lo que se alcanzan mayor número de pulsaciones). De este modo, para el primer mesociclo al salir a correr tu frecuencia cardíaca máxima debe de rondar entre el 70% y hasta el 75% (cerca de 10 pulsaciones por encima de lo que debes de realizar en bicicleta en el mismo mesociclo); al segundo mesociclo tu frecuencia cardíaca máxima debe de mantenerse igual (entre el 70% y hasta el 75%); y al tercer mesociclo la frecuencia cardíaca se incrementará ligeramente (entre el 75% y hasta el 80%).
Los estiramientos: Así como es importantísimo el estirar cada que finaliza una sesión de entrenamiento en bicicleta, esto es imprescindible al practicar running. Esto te debe de ayudar a prevenir contractura y acortamiento muscular.
Después de periodo base, debes dejar de salir a correr: Al iniciar el entrenamiento específico y de calidad en bicicleta se volverá casi necesario el dejar de correr (esto con tal de ayudar a la recuperación por las cargas intensiva y así obtener el mejor rendimiento).
Nunca olvides realizar sesiones de pesas o ejercicios que involucren el fortalecimiento de las piernas: Como te comentamos al realizar running puedes debilitar los músculos de tu pierna y se pueden provocar lesiones y sobrecargas debido a la descompensación al montar en bicicleta.
Recuerda que estos y otros consejos los puedes hallar publicados en el sitio web Planifica Tus Pedaladas en dónde Chema Argueda te puede brindar su asesoramiento.
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