Actos de podredumbre en el país más podrido del mundo

¿Por qué no se queja Mourinho de que su equipo va a tener un día más que el Barça para descansar antes del clásico entre ellos? Porque el tío además de un canallesco personaje es un ventajista esencial, la antítesis de un deportista.
 Todo lo que hace está encaminado a obtener ventaja sobre su adversario esencial, no a vencerle en buena lid, como creo que dice el himno de su equipo, sino a exprimir todas las circunstancias que maniaten a su rival de tal manera que no pueda defenderse.
 Sabe, como sabemos todos, que, en un principio, todo la organización de esto que hemos dado en llamar deporte y no es sino un jodido negocio está pensada por y para el Madrid.
 Y ha sido, es y será así porque lo exige con la más rígida de las leyes de hierro la necesidad de que el Estado funcione con cierta normalidad. Esto no es nuevo, ya lo admitieron los emperadores romanos cuando establecieron como norma inmutable para el buen gobierno aquello de que al pueblo hay que darle “panem et circenses”, pan y juegos, de tal modo que, desde entonces, se considera casi más importante que la provisión de la despensa proporcionarle al populacho, a la masa, a ese sujeto colectivo en el que el ser humano se sumerge para perder lo que de tal tiene, una motivación canallesca que alimente lo peor de sí mismo, su visceralidad, su animalidad.
Y los juegos circenses se celebraban en la capitalidad del imperio, no por otra cosa de que allí residía el propio emperador. Esta bola del mundo ha dado muchas vueltas, pero el hombre que pisa sobre ella sigue siendo el mismo, con todas sus asquerosas flaquezas, la peor de las cuales es su instinto de dominación, su necesidad cuasi física de ganar, de imponerse a los otros.
 Todo esto, como no, lo sabe muy bien Mourinho. Y de esta asquerosa sapiencia es de lo que vive. Sabe que triunfará, si es que a esto se le puede llamar así, si el equipo que dirige gana como sea. Y ha apartado de su asqueroso camino cualquier motivación ética. No se necesita ser un genio para saber que si los árbitros no quieren no se puede ganar por lo que ha hecho objetivo de su tarea el dominio de la organización arbitral.
 Los árbitros sólo son seres humanos. Hombres que viven en una ambiente social en el que la convivencia puede llegar a ser insoportable si no sólo se les desprestigia sino que, además, se le somete al odio más visceral de las masas. Ha habido, hay y habrá árbitros que han tenido que dejar esta profesión porque no han podido soportar la violencia que sobre ellos se ejerce. Hace unos días, el famoso Obrevo declaraba a la prensa que todos los días sigue recibiendo amenazas de parte de los hinchas del Chelsea, por su arbitraje contra el Barça.
 El miedo puede ser tan incoercible como para inducir a un estamento como el arbitral a que un equipo, el más leñero de la liga, el que sabe que juega bajo el amparo de dicho estamento y por eso no respeta las reglas que cuidan de la legalidad del juego, se tire todo un año, 365  puñeteros días, sin que le piten un penalti en contra, y un penalti es el mayor de los obstáculos que un equipo tiene para ganar un partido, porque como decíamos de niños, penalti es igual a gol y es con los goles con lo que se ganan los partidos, de manera que, si a un equipo no le pitan penaltis en contra y sí muchos más que a sus rivales a favor, lo lógico es que gane no sólo los partidos sino también la competición.
 Una cosa es la opinión y otra la realidad, éste última se basa en los hechos ciertos, numéricos, incontestables y en su lógico análisis. Y los hechos son: penaltis en contra del RM: ninguno en todo un año, teniendo en sus filas a tipos como Pepe y Ramos que agreden no ya a los propios compañeros sino también a sí mismos; penaltis a favor, 11 por 3 del Barça, siendo así que éste juega el 80 por ciento del partido en el área contraria por lo que debería contar a su favor con muchos más penaltis que el RM. Estos son los datos de la realidad y de la lógica, lo que el RM propala por ahí es prensa y propaganda goebelsiana.
 Y es que, para que todo esto se sostenga y perviva en una sociedad del siglo XXI, es necesaria la complicidad radical de la prensa que, siguiendo lo principios de Goebbels al pie de la letra, miente todos los días sobre lo que es la realidad, afirmando que sucede todo lo contrario de lo que realmente ocurre: es decir que todo el organigrama del fútbol está dominado, contra toda lógica, por el Barça, siendo así que toda la Federación, desde su presidente al último conserje, sean o hayan sido no ya empleados a cualquier nivel del RM, sino furibundos madridistas, que, a lo largo de su carrera deportiva, caso del presidente, haya llegado a abofetear al propio Cruiff, símbolo esencial del barcelonismo, pasando por el Director general hasta hace muy poco, Hierro, el más feroz de los antibarcelonistas, el seleccionador nacional que, como el mismo dice, lleva toda su vida en el RM, todos los demás seleccionadores, pero, sobre todo,  los miembros de los comités que tienen a su cargo la aplicación de la justicia deportiva  que son socios con carnet del propio RM, de manera que, cuando tienen que enjuiciar a Mourinho por agredir salvajemente al entrenador rival ante más de 400 millones de personas, no sienten sonrojo alguno en no sancionarle como tal actuación merece, recurriendo a imponerle 2 partidos de sanción  en la misma competición, la supercopa, que a lo peor el tío no la vuelve a jugar en su vida, o sea, que se queda sin sanción por el peor de los delitos deportivos que pueden cometerse ante todo el mundo mundial.
 Y él, el susodicho Mourinho sabe mejor que nadie todo esto, no ya sólo porque lo haya visto con sus propios ojos, sino porque también se lo ha dicho el presidente del RM, (el empresario de todas las empresas de España, El Conseguidor, el tipo que, cuando lo precisa, consigue que el Congreso de los diputados vote y apruebe leyes que se llaman leyes  Florentino), instándole a que convenza a sus jugadores de que gozan, por consiguiente de impunidad total hagan lo que hagan, porque ya no será sólo que los árbitros harán la vista gorda aunque alguno de ellos, Pepe con Casquero estén a punto de matarles, a criminales patadas en la cabeza, sino que la prensa, toda la prensa no les criticará nunca hagan lo que hagan porque ya se encargará él, Florentino, de llamar a todos los directores de todos los diarios del país advirtiéndoles de que perderán toda la publicidad para sus páginas de todas las empresas relacionadas con la construcción y la electricidad, campos en los que él domina totalmente, si se atreven a publicar una sola noticia que les perjudiquen a él, personalmente, o al RM.
 Por eso, hace poco, un hombre de la calle, mandaba un email a un diario deportivo diciendo: “qué poder no tendrá el Florentino éste que ha conseguido que ningún periódico publique la carta abierta que le ha dirigido su antecesor en el cargo, criticando una actuación suya”.