Este me parece el principal mensaje que encierra el libro y más si tenemos en cuenta que lo edita un potentísima editorial como Random House Mondadori. Pero vayamos al contenido. Como cualquier libro de múltiples autores y con orígenes tan heterogéneos el resultado es irregular, con capítulos mucho mejor escritos que otros, capítulos interesantes y otros repletos de obviedades. A nivel del análisis de la situación y de las soluciones que apuntan hay cosas con las que obviamente estoy de acuerdo y otras que caen en una pueril ingenuidad o directamente en el wishful thinking.
Yendo al detalle obviamente me ha gustado el capítulo de Tall and Cute y de Shora (también conocidos como Sergio Pérez Acebrón y Esther Samper) aunque aquí no soy imparcial y mi opinión es sesgada por que a los dos los tengo en mi lista de amigos, y no solo en el Facebook (que también), al margen que trabajamos en el mismo gremio. Quizás una mínima crítica sería que critican que España de bandazos en la investigación en energías renovables, no obstante es que la política de España no solo era de investigación y desarrollo en energías renovables, algo deseable y necesario para solventar los muchos problemas técnicos que presentan, sino de subvenciones estrambóticos que provocaron una enorme burbuja y su posterior estallido.
Actúa sobre el sempiterno desorden de la mesa de mi despacho.
Me han chirríado algunas partes del artículo de Ignacio Escolar, como cuando crítica la inversión en Universidades diciendo que no todo el mundo tiene acceso a esta educación. Creo que en España la Universidad no se puede considerar elitista, quizás a partir de ahora si con el incremento de tasa que propone el gobierno. En mi generación he conocido a mucha gente que fueron los primeros de la familia en acceder a estudios superiores y que ha tenido un gran papel en aumentar el nivel cultural y de formación de nuestra sociedad. De hecho criticar a la Universidad y tacharla de elitista me recuerda demasiado a ciertos políticos o empresarios que alardean no haber ido a la Universidad o de no sacar buenas notas, como justificando que estudiar o tener una cultura es inútil si acabas teniendo dinero o poder. Dentro de los participantes también me han arqueado las cejas algunos que pontifican sobre solidaridad, cooperación y desarrollo desde cómodos empleos bien remunerados y que argumentan que hay que aumentar las partidas de cooperación. No me extiendo por que voy a escribir en breve sobre el tema, pero resumiré diciendo que pienso que la solución no es dar más, sino mejor.
Extraña la presencia de Juantxo López de Uralde, cuya exitosa carrera como activista ha desembocado en un más que discreto resultado electoral. Viendo lo que escribe López de Uralde uno no puede menos que sentirse aliviado de que no hayan tenido impacto electoral. Da miedo pensar que alguna de sus propuestas se llevara a cabo. Según él la solución a nuestros males es ir en bicicleta, consumir productos ecológicos, las energías renovables y hacerse ecologista. Sobre las energías renovables estaríamos de acuerdo, pero siempre que funcionen y sean rentables. Burbujas ya hemos tenido demasidas. Lo del consumo ecológico, pues hombre, viendo los números y quien puede consumirlas, no creo que la solución a la crisis sea algo que está al alcance de muy pocos. Por suerte, en el mismo libro le desacredita Mayor Zaragoza cuando habla de que la solución a la pobreza pasa por el acceso a la biotecnología. También habla en su contra el descodificador, cuando pone a Finlandia como ejemplo de superación de la crisis, aunque olvida mencionar que este pais, junto con Francia, es el país de Europa que ha apostado decididamente por la energía nuclear como medio para superar la dependencia del petróleo y el carbón. Aunque lo que más gracia me hizo fue su capacidad de análisis. Según él ecologismo ha calado en la conciencia Europea, pero Europa ha perdido poder político y decisorio porque en la cumbre de Copenhague (si, donde montó la charlotada de la pancarta) todas las decisiones se tomaron sin tener a en cuenta a los políticos europeos. Juantxo, no es casualidad, más bien, causa-efecto. Gracias a vuestra política de concienciación y pancartas, Europa ha dejado de ser líder en sectores como la biotecnología (BASF fue la última en abandonar el barco), y esto al final transciende en que se pierda poder político. Por lo menos luego no te quejes. Si Europa cada vez pinta menos es en parte por culpa vuestra. Los que nos dedicamos a la ciencia lo tenemos muy claro.
Y puesto que hemos hablado de Marsall McLuhan, traigo un fragmento de Annie Hall, con Woody Allen doblado por el gran Miguel Ángel Valdivieso (la voz de C3PO entre otros). Originalmente iba a aparecer detrás del cartel Federico Fellini, pero su divismo se lo impidió (se consideraba demasiado para una película de un cómico neoyorkino). Luego Buñuel, pero al enterarse que Fellini había rechazado aparecer, declinó la oferta. Finalmente fue Marshall McLuhan el que hizo la memorable escena.
PD: Y ya que hablamos de reseñas, os dejo la que ha escrito sobre Los Productos Naturales ¡vaya timo! Txapulin en su blog. y las dos de clientes de Amazon.Compartir