Bueno, pues al final, por petición de Gica Sabinescu, un voto a favor de Factor Freak y un “¿pero no ibas a dirigir Cthulhu? Va, venga, me vale” de Rocío Tizón, dirigí La Mirada del Centinela. Entre las partidas que tengo bajadas busqué alguna que pudiera relacionar con la anterior partida que narré. No era necesario que salieran los mismos personajes pero sí que tuviera algo de relación. Afortunadamente la encontré (encontré dos): Sentinel #431, que podéis descargar de aquí.
La partida resultó entretenida, muy entretenida. Los jugadores se metieron bien en sus papeles y parece que sólo necesitan una excusa para ponerse a hacer el cabra. Que hay que subirse a un tren en marcha para intentar frenarlo y que no colisione, Horus corre detrás del tren y se lanza para agarrarlo. Que no hay tiempo para salir del vagón y el gas va a matar a mucha gente, Iris utiliza sus flechas explosivas y abre unas bonitos agujeros para que la gente salga sana y salva. Que alguien debe parar un tren para que no colisiones con otro, Número 5 recibe instrucciones de Operaciones para manejar el tren. Los puntos de drama vuelan y, aunque yo les daba siempre un punto porque el túnel está oscuro, terminaron la partida con sus reservas a cero.Una buena partida de domingo, como ya digo, de las que gusta dirigir. Pocos jugadores, un sistema sencillo, un buen ambiente y todos metidos en la partida.
Lo mejor de todo fue que, poco a poco, las puertas para colar FATE en el grupo, o en parte de él, se mantiene mantiene abierta. Les gusta mucho esto de ir usando sus aspectos para influir en la trama y que no sólo sea el DJ el que improvise sino que los jugadores se vean empujados también a ello. Estoy seguro que Spirit of the Century y The Dresden Files van a hacerse un hueco en nuestra ludoteca, no sé si tan grande como La Puerta de Ishtar, pero seguro que hueco se hacen (a pesar de que los dados FUDGE no triunfan en el grupo, ¡y a mí me encantan!).