El miércoles 3, durante la presentación de los resultados de Facebook, los fallos de servicio de WhatsApp –frecuentes en sus inicios, por allá en 2014– volvieron a suceder. Por el momento se desconocen las verdaderas causas del apagón de la app, pero todo indica que la empresa estuvo probando algunas novedades dentro de la plataforma, ya que la cuenta de Twitter de @WABetaInfo anunciaba una “increíble actualización” próximamente. De todas formas, no se descarta la posibilidad de que el motivo sea simplemente un fallo en sus infraestructuras técnicas.
Para Dave Anderson, experto en tecnología de Dynatrace, lo más probable es que el supuesto update sea el culpable del fallo mundial. Anderson explicó a BBC que WhatsApp suele enviar una nueva versión del servicio cada pocos días, por lo que es posible que introduzcan códigos de programación nuevos cada hora de cara al lanzamiento.
“Cada desarrollo técnico contempla riesgos y únicamente se necesita una línea de código errónea para que la aplicación falle”, agregó.
Lo cierto es que el impacto ha sido cuasi apocalíptico: tuvo un alcance internacional y dejó sin servicio a millones de usuarios, principalmente en Europa y Brasil. En España, la caída del sistema se prolongó durante tres horas, hasta pasada la medianoche del jueves.
Incluso sucedieron algunas de las consecuencias más temidas por la compañía estadounidense: muchos de sus usuarios se pasaron a otras plataformas de chateo, como su principal rival Telegram. Asimismo, Facebook y Twitter se inundaron de mensajes de descontento y críticas.
En un principio, WhatsApp no hizo ningún comentario sobre cuál es el motivo que causó el resultado, ni lo extendido que estaba. Pero en un segundo comunicado de la compañía, después de restablecer el servicio, aseguró: “durante el día de hoy, los usuarios de WhatsApp en todas partes del mundo no pudieron acceder por unas horas” y añadió “ya hemos localizado el problema y pedimos disculpas por las molestias.”
La más popular
El servicio volvió a funcionar con normalidad, pero lejos de pasar al olvido, el episodio demostró nuevamente la excesiva dependencia que se tiene de este tipo de herramientas de mensajería instantánea. La app reúne a más de 1.200 millones de usuarios en todo el mundo, y este tipo de incidentes pone en manifiesto lo mucho que se alteró la cotidianidad de las personas desde la llegada de Facebook y WhasApp.Según un estudio anual realizado en España, se consulta WhatsApp más de cinco horas a la semana, seis veces al día, coronando esta app como la red social por excelencia en la península ibérica.
En 2014 Facebook adquirió la app por casi US$ 19.000 millones. En su momento esta compra fue tildada de locura, pero el excesivo gasto tuvo sus razones: aniquilar a la competencia y apoderarse de los datos personales de millones de personas de todo el mundo.
El gigante de WhatsApp, pese a todo esto, no logró cautivar al público de Estados Unidos; se estima que la app solo tiene 20,5 millones de usuarios en el país, según datos de la consultora Statista. Las aplicaciones de mensajería más populares en EEUU son Facebook Messenger, Hangouts y Snapchat. En otros países, sin embargo, sí tiene una presencia mayor. A modo de ejemplo, el 55% de los alemanes utilizan WhatsApp.