Parte de las murallas de Constantinopla
Me cogí el tranvía T1 dirección Bağcılar y me bajé en la parada de Askaray. Cogí una avenida cuesta arriba y me dirigí a ver el acueducto de Estambul, también conocido como el acueducto de Valente. Y sí, es romano como el de Segovia. Pero está mucho menos cuidado y el tráfico que pasa por él hace que sea menos vistoso y se haya ennegrecido por la contaminación. Pero aún así, impresiona.Acueducto de Valente
El acueducto se encuentra justo al lado de un parque bastante tranquilo donde se puede descansar un rato. Mi siguiente destino fue la iglesia de San Salvador de Cora. Para llegar ahí hay que seguir la avenida Macar Kardesler Cd. y la Fevzi Pasa Cd. todo recto dirección oeste. Justo en el lado del parque hay una parada de autobús y bajarse en la parada de Chora o, como hice yo copiando a varios locales, haced parar el autobús en cuanto veas la señalización. Hasta la iglesia bizantina hay que andar unos cinco minutos por calles empedradas y cuesta abajo.Plaza al lado del acueducto
Pocos metros antes de llegar, vuelves a ver a ver turistas. No muchos, pero más que en los alrededores del acueducto. La iglesia de Chora se encuentra en una pequeña plaza rodeada de casas típicas otomanas de madera restauradas. Por desgracia, estaban arreglando la parte exterior y no pude ver cómo era la iglesia por fuera. Pero la belleza de Cora se encuentra en su interior. Para entrar hay que pagar 15TL (5€).Casas otomanas cerca de la iglesia de Chora
Aunque parte del interior también estaba siendo restaurado, no me importó. Casi cada centímetro cuadrado del techo de la iglesia bizantina está decorado, bien por mosaicos o bien por frescos. Estas imágenes cuentan temas bíblicos en su mayoría. Oí decir a una guía que la parte que esta recubierta por teselas se hizo cuando la iglesia tenía dinero. Cuando bajaron las monedas de sus arcas, pasaron a decorarlo con el pincel.Mosaicos del techo de la iglesia de San Salvador de Cora
El interior me recordó a la iglesia de Boyana en Bulgaría, que había visitado hace justo un año. Tiene mucho sentido que se den un aire, ya que no están muy lejos y son de la misma época. Además las dos son iglesias pequeñas y repletas de pinturas.Detalle de un fresco de la iglesia de Cora
Para rematar la visita a la parte oeste de la ciudad vieja de Estambul, fui a ver lo que delimitaba y protegía la ciudad de Constantinopla: sus murallas. Esta ciudad estuvo mucho años rodeada por murallas con torreones y alguna de estos han perdurado hasta nuestros días. Quedan varias puertas de entrada a la ciudad y torreones defensivos de las que destacan: torre de mármol, puerta de Topkapı y la puerte de Edirne. En total casi 7 kilómetros de muralla que se pueden recorrer a pie totalmente.Visión general de los mosaicos de la iglesia de Cora
Yo llegué hasta un torreón, cerca de la iglesia de San Salvador de Cora. Ahí puedes subir hasta arriba de las murallas y contemplar la ciudad como si fueras un centinela de la ciudad de Constantinopla. Saliendo de la ciudad amurallada, bajé la calle por un pequeño paseo topándome con la puerta de Edirne (Edirnekapı).Torreón defensivo cerca de Edirnekapı
Terminé mi paseo en la puerta de Tokapı, donde cogí el metro para ir al aeropuerto. Se puede caminar más si se quiere, yo no tenía más tiempo, pero murallas hay para rato. Cuando vuelva a la vieja Estambul, los recorreré a pie sus murallas.Puerta de Edirne o Edirnekapı