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Una relación malograda podría volver a renacer cuando ya todo parecía perdido, aunque se base en un pacto indeseable. En la esplendorosa y refnada Inglaterra de fnales del siglo x i x, lord y lady Tremaine encarnan un matrimonio perfecto, basado en el respeto y la libertad, sobre todo porque cada uno vive a un lado del Atlántico. Sin embargo, cuando ella le pida el divorcio a fn de poder volver a casarse, él le pondrá una condición: que permanezcan juntos un año más para que le dé un heredero. Y, sin duda, un año dedicado a tales menesteres puede dar mucho de sí.
Excelente ambientación de un Londres aristocrático para una historia de amor inusual, que parece condenada al fracaso desde el principio. Una historia tierna y pasional, excelentemente recreada y con una trama original, muy alejada de las manidas fórmulas del género.
Acuerdos Privados va sobre todo eso. Aunque es una novela que se desarrolla en la época victoriana, el carácter de los personaje es tan particular que parece que se estemos asistiendo a situaciones del siglo XXI. Situaciones que te pueden pasar a ti o a mí. Es un libro muy romántico, sin embargo, no se deja atrapar por la ñoñerías de la época y el frío empalagamiento de la cortesía: los personajes, en cierto sentido, son bastante mundanos, prácticos, bordes incluso… Por lo que no tienes la sensación de encontrarte en una fantasía edulcorada de finales del XIX… ¡todo lo contrario!
Quizás lo mejor de la novela sean ellos: los personajes. Me ha recordado muchísimo, aunque vosotros pensaréis que estoy loca y que no tiene nada que ver, a la película Tú a Boston y yo a California pero sin niñas gemelas de por medio y, por supuesto, sin pequeñas Lindsay Lohan haciendo de las suyas. Por supuesto, en este blog somos somos fan de la película del 61 y de Hayley Mills. Sea como sea, y dejando fuera a pelirrojas de relajada moral, me ha recordado un poco a la historia de los padres de las chicas. Dos corazones que se adoran, que están locos el uno por el otro pero que, por circunstancias del destino, no pueden pertenecerse, y toda esa frustración la expresan odiándose: en sus encuentros saltan chispas de todo tipo.
Asi que, si no tenéis nada que leer, si os apetece una novelita, ligera y agradable para el verano, Acuerdos Privados de Sherry Thomas puede ser una buena opción.