Los hechos ocurrieron en un deposito ubicado en la colonia Ponciano Arriaga, cuando inspectores de Gobernación con uniforme y gafete informaron a los propietarios que “se cayeran con una lana” , pues de no hacerlo les cerrarían el lugar por venta de cerveza durante la contingencia.
Esta situación molestó a los propietarios quienes señalaron que no habían incurrido en ninguna falta toda vez que ni siquiera el negocio estaba abierto. Por esta razón los inspectores respondieron que entonces aplicarían una multa, motivo que molesto más a la familia propietaria del negocio y quienes para evitar que aplicaran la multa, colocaron un auto delante de la unidad de los funcionarios acusados de extorsión y así evitar que se fuguen. Sin embargo los funcionarios solicitaron apoyo de lo Policía Estatales.
A la llegada de los Policía Estatales, en vez de calmar la situación, la falta de preparación, criterio y estabilidad emocional de los elementos (que quedó evidenciado en un video) sólo provocó que el conflicto se agravará más, avivando pleito entre la familia y los policías.
Los inspectores cobardemente no dieron la cara, se mantuvieron arriba de sus unidades y no fueron capaces de demostrar que el negocio se encontraba abierto.
Una mujer con cáncer fue lesionada por uno de los oficiales. En el vídeo se ve claramente como los Estatales sin capacitación, ni sentido común pudieron calmar las cosas, se dejaban provocar y buscaban cualquier pretexto para responder con violencia. Su superior no era capaz de hacerlos mantener la calma y dar órdenes.
Finalmente las circunstancias no pasaron a mayores, pero la familia sí se llevó una amarga experiencia, quedando evidenciada la corrupción e ineptitud de la máxima autoridad del Estado de SLP.