Paseantes y deportistas que acuden al parque han señalado que los desechos de Plaza Citadella, propiedad de la familia Torres Corzo, son los causantes de la muerte de cientos de peces y aves migratorias.
El daño se extiende a los alrededores del lago, con la muerte de ardillas y diversas especies de pájaros.
La Plaza Citadella fue construida en una zona inadecuada porque históricamente ha servido de cauce de los excedentes de agua de la Sierra de San Miguelito y a la vez como área de recarga del manto acuífero, eso no le importó a los Torres Corzo que ahora han extendido las construcciones como un elevado hotel, en el que se perciben movimientos sísmicos.