“Si hay que desobedecer leyes injustas, se desobedecerán”. Tal fue la afirmación de la política catalana en fechas recientes.
Una nueva falacia de la izquierda, por cuanto la primera pregunta que nos planteamos es quien decide el carácter, justo o no, de las leyes. Como quiera que existe la costumbre extendida por parte del progresismo militante de arrogarse la potestad de repartir carnets de democracia, entendemos que tendrán la misma facilidad para determinar ese carácter, justo o no de la legislación. Me cuesta trabajo pensar cuál sería la reacción de la señora Colau en caso de que un conspicuo de la derecha afirmase su intención de faltar a la legislación vigente. Y estamos pues, ante la típica doble vara de medir utilizada por parte de los autodenominados partidos de izquierdas y cuya proximidad al totalitarismo queda patente con sus propias declaraciones.