Menos de un mes para el estreno en Netflix de la nueva serie del Universo Cinematográfico de Marvel: Marvel’s Jessica Jones. Y al igual que mis compañeros de Espacio Marvelita, he tenido el privilegio de poder ver los siete primeros episodios de esta serie creada por ABC Studios y Marvel Television para la plataforma de entretenimiento online Netflix.
Sin embargo, al igual que Gonzalo, estoy bajo embargo hasta el estreno de la serie y no se me permite hablar de detalles de la trama, pero sí que puedo hablar sobre lo que me está pareciendo la serie, lo que me gusta, lo que no, etc.
Así que sin más dilación, allá voy. Recordad que no habrá ningún spoiler, así que podéis leer tranquilos.
Lo primero que voy a tratar es su fidelidad como adaptación respecto el cómic Alias, escrito por Brian Michael Bendis, el cual además también creó al personaje protagonista de Jessica Jones. Para los que no hayáis leído Alias, es una pequeña colección centrada en la vida diaria de Jessica como investigadora privada de Nueva York, pero que tuvo en el pasado una corta carrera como superheroína cuyas razones para su abandono no conocemos hasta uno de los números más avanzados. En el cómic, además se presenta el Universo Marvel de un modo mucho más crudo y triste que en la mayoría de los títulos de la casa de las ideas, tratando temas adultos como el sexismo, racismo, miedo a lo desconocido, la vida privada y desde luego las relaciones amorosas de personas adultas. Hay apariciones de otros personajes Marvel como Steve Rogers, Carol Danvers, Jessica Drew, Luke Cage y otros, incluso S.H.I.E.L.D.
¿Qué hay de todo eso en la serie de Marvel’s Jessica Jones? Bien, pues por suerte lo que son las tramas y los casos muy poco tienen que ver, y digo por suerte porque para un lector de cómic tiene sentido todo lo que ocurre y los personajes que aparecen y de los que se habla, pero para una persona que lo primero que vea de Marvel sea la serie esta, o incluso alguien que solo haya visto las películas de Marvel Studios, se sentiría muy perdido si fuera una adaptación fiel. De hecho, en Alias cuando la historia es mejor es precisamente cuando se olvidan de los cameos de otros personajes y se centran en Jessica, que es un personaje perturbado, muy dañado psicológicamente por su pasado y con un carácter y personalidad que choca con el mundo que la rodea. Son precisamente todas estas cosas buenas que se han conservado y trasladado a la serie de Netflix, hasta ahora de un modo casi perfecto para mí.
Hablemos ya de la serie. Me gustaría empezar sobre lo más importante de todo: Jessica.
Jessica, interpretada brillantemente por Kristen Ritter, es una persona que está claramente en un punto bajo de su vida. Vive en su oficina/casa, se pasa las noches bebiendo y su vida como detective privada se reduce a buscar parejas infieles. Tal como en el cómic, Jessica tiene fuerza y resistencia sobrehumana, pero no se dedica a saltar por los tejados ni a salvar a ancianas por la calle, sino que sigue con su vida honradamente usando sus habilidades como ventajas. Se la ve enfadada con el mundo, como harta de todo, y desde luego enseguida descubrimos que sufre estrés pos-traumático por una causa desconocida de color púrpura.
Jessica es una persona difícil, que parece haberse apartado voluntariamente de los demás para lidiar con sus problemas sin molestar a nadie. En seguida simpatizamos con ella, porque no todo el mundo es un genio brillante como Tony Stark, o tiene un espíritu de lucha ilimitado como el Capitán América. Jessica es una persona normal con poderes que ha sufrido una experiencia que la ha cambiado para siempre, y a veces no es tan sencillo “continuar con tu vida” tras un suceso traumático. Por desgracia para Jessica, es una buena persona, y eso es precisamente lo que la convierte en un personaje en conflicto constante consigo mismo, porque aunque no es una heroína, o no tenga ese algo que los superhéroes tienen, la voluntad de hacer el bien es algo que le pesa en su conciencia.
Muchos personajes salen en los siete episodios que he visto, y como no puedo hablar en detalle sobre ellos me centraré en el segundo más importante, que desde luego es Zebediah Kilgrave, en los cómics conocido como el Hombre Púrpura. David Tennant eleva el nivel de la serie, su presencia en pantalla es tan potente que eclipsa a los demás actores, y es perfectamente apropiado, porque encaja con su personaje. Kilgrave es una persona increíblemente deshumanizada, sin ningún respeto ni preocupación por el mal que causa a su paso, y eso lo convierte en seguida en el villano más oscuro y despiadado que se haya visto en el UCM hasta la fecha. Porque no hablamos de destruir la galaxia, o matar sin compasión, sino de alguien que vaga por el mundo sin oposición alguna y hace absolutamente todo lo que desea. No tiene que obligar a nadie a hacer nada, sencillamente lo dice y se hace. Da igual que eso genere decenas de personas que seguirán el resto de sus vidas llenas de tristeza, en la cárcel, en una silla de ruedas, o sencillamente que no comprendan por qué en un momento determinado un hombre les dijo que hicieran X y de repente arrojaran sus vidas por la borda destruyendo su futuro y el de sus familias. Pero lo peor de todo no es eso, porque lo peor de Kilgrave es que “cualquiera puede ser Kilgrave”. Para los que vieron la primera temporada de Agents of S.H.I.E.L.D., puede que recordéis a Lorelei, la asgardiana que conquistaba la voluntad de los hombres a los que hablaba o tocaba, y que tuvieron que ir S.H.I.E.L.D. y Lady Sif en su búsqueda y captura. Pues Kilgrave es incluso peor que ella, aunque por suerte no tiene la fuerza y resistencia de un asgardiano.
¿Cómo vives tu vida teniendo en cuenta que cualquiera de las personas que conoces o ves por la calle podría estar a las órdenes de un maníaco como Kilgrave?
Lo más distinto que introdujo Daredevil en cuanto a tono y ambientación fue la oscuridad y los temas adultos, además de la acción. Marvel’s Jessica Jones sacrifica la acción para subir todavía más de nivel esa ambientación de Novela Negra, esa oscuridad y sensación de impotencia para los personajes. Las relaciones y el sexo se exploran como nunca antes visto en el UCM, y no como algo gratuito sino para mostrar la madurez de los personajes y de las tramas. Y desde luego hay que hablar de el equilibrio de sexos y razas del reparto, donde, tal como debiera ser siempre, no influye en absoluto si el personaje es blanco, negro o azul, o si es mujer u hombre, algo que hasta ahora solo se hacía en el UCM de forma brillante en Agents of S.H.I.E.L.D.
Pero no todo es perfecto y bonito. Marvel’s Jessica Jones tiene sus faltas, principalmente dos, que puede que molesten o no, pero están ahí. Una de ellas es la acción, que hay poca, y la poca que hay está muy lejos del nivel de Daredevil o incluso que el resto del UCM. Tampoco es que sea necesaria ni justificada, pero cuando la hay parece que está hecha lo justo para cumplir. Al menos hasta el episodio siete es lo que he visto. Lo segundo son las tramas, que hay muchas, y no queda claro cuales son importantes y cuales son tonterías que se van olvidando, pero en defensa de la serie, aún quedan seis episodios por ver y demostrar que todo era un rompecabezas que termina encajando perfectamente. Habrá que verlo, pero por el momento, salvo la trama principal, que gira evidentemente alrededor de Jessica y Kilgrave, lo demás es un poco caótico.
Por último, hablar de cómo encaja con el resto del UCM. Hay una referencia verbal cuando Jessica habla con otro personaje sobre gente con poderes, y otra escena que hace referencia a que no todo el mundo está contento con que haya superhéroes salvando el mundo, algo que se está explorando en Agents of S.H.I.E.L.D., que se vio un poco en Vengadores: La Era de Ultrón y que esperamos ver más desarrollado en Captain America: Civil War. Hay algún que otro guiño al Universo Marvel, incluso sale algún personaje de Daredevil, pero para saber más tendremos que esperar hasta el 20 de Noviembre.