Suele pasar en ocasiones que ciertos aspectos de una determinada obra literaria - sea o no de ficción- que has leído o estás en proceso de te lleva de una u otra manera a otro texto literario de un autor y de un género totalmente diferente, pero que plantea alguna cuestión relacionada con lo que has leído con anterioridad.
Seguramente os ha pasado que durante la lectura de un libro ha captado vuestra atención algún capítulo histórico ahí narrado u otros detalles no necesariamente vinculados con acontecimientos históricos, pero sí con relación con la trama narrativa, o la descripción de algún personaje, y habéis realizado - o no - las anotaciones pertinentes para buscar con posterioridad información relativa para conocer o profundizar más en esos aspectos que han llamando especialmente la atención.
A principios del mes de marzo compartí en el blog la lectura de un ensayo que cuestionaba la detención, el proceso judicial y la condena a muerte por garrote vil del joven activista catalán Salvador Puig Antich (ver aquí ). Uno de los aspectos relacionados con dicho caso que decidí apuntar, dada mi ignorancia al respecto, fue el de la existencia de la Brigada Político Social.
Creada en marzo de 1941 fue la Brigada Político Social una sección del Cuerpo General de Policía que se encargaba de la represión política, de perseguir y reprimir todos aquellos movimientos que iban en contra de la dictadura de Franco.
Activa hasta 1976, aunque no fue hasta marzo de 1986 cuando realmente desapareció de manera definitiva, dependía de los gobernadores civiles y del Ministerio de Gobernación y se encargaba - como policía secreta que era- de realizar seguimientos personales, detenciones -arbitrarias en su mayoría-, infiltraciones en partidos y sindicatos de izquierda que actuaban desde la clandestinidad en contra del régimen franquista.
Para hacer confesar a los detenidos los policías que integraban la Brigada Político Social empleaban todo tipo de torturas (la bañera, basada en la asfixia, el corro, el tambor), que acababan con la muerte o con graves repercusiones en la vida del detenido llegando incluso a provocar algún tipo de discapacidad dada la dureza de los métodos empleados.
Como apuntaba al inicio de la entrada hay aspectos de una obra literaria que te llevan- sin pretenderlo inicialmente- a otros textos literarios y en este caso la lectura del ensayo sobre Puig Antich y las acciones de esta sección policial me llevaron casualmente a una novela negra de Agustí Vehí: Quan la nit mata al día.
Autor: Agustí Vehí
Título: Quan la nit mata al dia
Publicada en 2011
Editorial La Magrana
221 páginas
ISBN: 978-84-8264-896-5
Este escritor de novela negra era doctor en Historia y compaginó su labor investigadora y como docente universitario (fue profesor de historia y de seguridad pública) con su trabajo como subinspector de la Guardia Urbana de Figueres.
La trama de Quan la nit mata al dia gira alrededor del asesinato de Juan Antonio Hinojosa, delegado de la Falange en la ciudad de Figueres, localidad donde se ubica la novela, quien aparecemuerto en su casa en una posición incómoda y con una cruz clavada en la cabeza.
Agustí Vehí parte del asesinato de este representante del poder franquista en esta zona del norte de Cataluña para a lo largo de las poco más de 200 páginas de la novela hacer un recorrido claro y detallado del momento histórico que representa los años iniciales de la postguerra española, y es que la acción narrativa se sitúa en el año 1955.
Carlos Iríbar, inspector de la Brigada de Investigación Criminal, recibe el encargo del comisario Don Atilano para investigar y aclarar las extrañas circunstancias del asesinato de Hinojosa. Mas en esa búsqueda de la verdad no está solo, pues Lopera, un miembro de la Brigada Político Social de Figueres, se inmiscuye en los pasos que Iríbar va dando a medida que avanza en la investigación tratando de evitar que evitar que se adentre en ciertos aspectos de la investigación e intentando cortar de manera sutil y tajante en función del momento aquellos hilos por los que ir tirando Iríbar para evitar que ciertas irregularidades queden destapadas.
En el transcurso de la investigación Carlos Iríbar se encuentra con que hay ciertos indicios del asesinato del delegado local de la Falange que le llevan a dirigir sus sospechas hacia dos direcciones, siendo una de ellas la que mayor malestar le produce al tener cierta relación con su vida personal y sentimental. Unas sospechas que no se difuminan hasta el final de la novela.
Esta novela negra, ambientada en un año concreto- 1955- de la postguerra, me ha dejado muy buen sabor de boca y destacaría algunos de los aspectos de la novela que han contribuido a que haya sido una lectura realmente interesante.
- "Equilibrio idiomático". Es de destacar que el autor haya empleado el catalán y el castellano para dar cierto relieve y rigor a lo narrado, para ver de alguna manera la profundidad de sus personajes y de las funciones que cada uno tiene.
Los miembros de la policía franquista, liderados por el comisario Don Atilano y por Lopera, el policía de la Brigada Político Social, emplean la lengua castellana, mientras que los otros personajes que forman parte de la población civil y tienen cierta relevancia en la novela lo hacen en catalán. Carlos Iríbar en función de la situación en la que se encuentre y de su interlocutor lo hace en una lengua u otra.
- Subtrama. La investigación sobre la muerte del delegado Hinojosa que lleva a cabo Iríbar es el punto central de la novela, pero no es el único foco de atención. Hay una subtrama paralela, que en momentos concretos converge con la trama principal, en la que Carlos Iríbar, junto con su pareja, es parte activa y está muy bien perfilada por el autor, pues nos permite adentrarnos en una parcela más humana, más cercana de estos dos personajes, así como valorar el trasfondo social e histórico de la época.
La relación sentimental que tiene Carlos Iríbar con una mujer de Figueres no la conoce nadie. La llevan desde la clandestinidad, con el mayor sigilo y secreto posible, pues ambos son representantes de lo opuesto, esto es, Iríbar forma parte del bando falangista, aunque su perfil es bajo y no está exenta su posición de ciertas críticas y comentarios de sus superiores y compañeros, y su pareja es una mujer reacia a lo que representa el franquismo.
Esta subtrama me parece uno de los aciertos de la novela, pues ofrece otra perspectiva que permite ver la otra realidad tanto en lo general - lo social y lo histórico- como en lo particular. La profundidad del personaje de Iríbar se muestra, esa es mi percepción, merced a la relación sentimental que mantiene.
- Contexto de la época Traza Agustí Vehí desde la ficción las acciones llevadas a cabo por parte de los sindicatos o de aquellas personas que actuaban desde la clandestinidad ayudando en la medida de lo posible a la población civil contraria al régimen a subsistir. Por otra parte, también refleja las acciones de la Brigada Político Social: su manera de proceder con los detenidos, cómo se aprovechaban de ciertas situaciones de privilegio para acaparar poder u objetos de primera necesidad para lucrarse o para vivir en mejores condiciones.
Reúne esta novela las condiciones necesarias para que al finalizar el 2016 la considera como una de las lecturas del año en el género de la novela negra.