Nike es indiscutiblemente la marca deportiva global más grande el mundo. Sin embargo, pese a la gigantesca ofensiva iniciada a mediados de los años 90 para arrebatarle a Adidas el liderazgo del mercado del fútbol -por lejos, el deporte más popular y lucrativo del mundo-, la marca de las tres tiras se las ha arreglado para mantener su posición dominante en este ámbito.
Los últimos capítulos de esta guerra no han generado grandes titulares en los medios, aunque marcan una tendencia muy clara: el próximo campo de batalla serán las canchas sudamericanas. En los últimos meses, ambas marcas han procurado entrar al mercado de patrocinios futbolísticos en aquellos países en donde todavía estaban ausentes. En otros casos, la idea ha sido reforzar su presencia para aumentar la visibilidad.
Por el lado de Nike, lo más destacado ha sido la firma simultánea de cuatro contratos de patrocinio con equipos de otras tantas ciudades brasileñas. El objetivo de Nike para el próximo Mundial es contar con al menos un equipo grande en cada una de las sedes del torneo. Así, junto con el Corinthians, de San Pablo, se han sumado a la nómina el Inter, de Porto Alegre, el Bahia, el Coritiba y el Santos, último campeón de la Copa Libertadores y el club en donde juega Neymar, la última gran promesa de Nike y de la verdeamarela.
Así las cosas, no sería una sorpresa que Nike volviera a la carga por alguno de los grandes de Río de Janeiro. Luego de perder al Flamengo hace tres años a manos de la local Olympikus, Nike ha estado ausente en la cidade maravilhosa. El Vasco da Gama continúa con Penalty, el Fluminense sigue firme con Adidas y el Botafogo acaba de firmar con el tercero en discordia: Puma, siempre al acecho para quedarse con alguna pieza descuidada. Tampoco es para desestimar un intento de Nike por alguno de los dos grandes de Minas Gerais. Por ahora, el Cruzeiro continúa con la alicaída Reebok (cuya licencia en Brasil le pertenece a la misma empresa de Olympikus, aunque ésta se encuentra próxima a vencer) y el Atlético Mineiro sigue con Topper.
Las otras novedades se han dado en los países andinos. Hace seis meses, Nike conmovió al mercado peruano al firmar con Alianza Lima, uno de los dos grandes del país junto con Universitario. Hasta ese momento, Alianza era vestido por la marca ecuatoriana Marathon, por lo que casi todos los aliancistas inflaron el pecho con orgullo al anunciarse el nuevo sponsor técnico. Sin embargo, esta clase de acuerdos tienen una contracara negativa, y los mismos hinchas de Alianza moderaron luego su alegría: las camisetas provistas por Nike, tanto el primer modelo del semestre anterior como el segundo presentado hace dos semanas, no son más que prendas genéricas de teamwear con el escudo del club.
Siguiendo por los Andes hacie el norte, nos encontramos con que Adidas acaba de quedarse con la sensación copera de los últimos años: la Liga Deportiva Universitaria, de Quito. La entrada de Adidas con la Liga significa un duro golpe para la poderosa empresa ecuatoriana Marathon Sports, cómoda dominadora del mercado local con su marca propia Marathon y las licencias de Umbro, Diadora y Astro. La influencia de Marathon se hace sentir también en los países vecinos, Perú y Colombia.
Justamente en el país cafetero es en donde Adidas ha aumentado significativamente su presencia. No sólo arregló para vestir a la “Selección Colombia” desde la última Copa América, sino que en los últimos años ha firmado con dos equipos grandes como el Atlético Nacional, de Medellín, y Millonarios, de Bogotá. El único problema es que en Colombia los equipos grandes apenas ganan campeonatos (o incluso se van al descenso, como el América, de Cali). El realismo mágico sudamericano también hizo su aporte, dándole algo de color local al mercado de la indumentaria deportiva: el contenedor en el que viajaban las partidas con la nueva camiseta Adidas de Millonarios fue robado, por lo que la marca tuvo que cancelar su lanzamiento y ponerse a trabajar en un nuevo diseño.
Adidas ha extendido su área de influencia también al Paraguay, fichando al seleccionado guaraní a través de su filial argentina. Justamente, otro albirrojo se ha pasado a Adidas con su debida cuota de controversia: pese al respaldo brindado al descendido River Plate, Adidas no se quiso quedar sin presencia en Primera y arregló a las apuradas con Estudiantes, de La Plata.
En donde todavía no se nota mucho movimiento es en Chile. Luego de un largo período como sponsor técnico del Colo Colo, Nike se ha retirado en los últimos años del mercado del fútbol trasandino. El Cacique es el equipo de estrella de la filial local de Umbro, mientras que Puma tiene a la Universidad Católica y Adidas cuenta con la última sensación: el nuevo ballet azul de la Universidad de Chile.
Eugenio Palopoli / Editor de arteysport.com