Querido 2015: Me da pena decirte adiós, has sido, con diferencia, uno de los mejores años de mi vida.
Hace justo un año, tenía la sensación de que ibas a ser un año increíble, y no me equivoqué en absoluto. Últimamente tengo muy mala memoria, pero si me acuerdo de algunos momentos de este 2015 es porque los disfruté al máximo. Este año me he graduado, pudiendo ser llamada oficialmente periodista. Me has dejado seguir creciendo como profesional en ¡HOLA! formando parte del equipo del fin de semana. Has tenido uno de los mejores veranos que recuerdo, no solo por haber conocido lugares tan bonitos como Lanzarote, sino por la gente que ha formado parte de él.
Nunca olvidaré tu mes de septiembre, en el que entré a formar parte de la Fundación Hazloposible, lo mejor que he podido hacer en este 2015. Y lo mejor de todo, es que terminas dejándome estar rodeada de toda la gente a la que quiero, unos más cerca y otros más lejos, pero al fin y al cabo juntos, que es lo importante.
Antes de que termines, quiero pedirte que el 2016 sea la mitad de bueno de lo que has sido tú, 2015. Tengo un montón de sueños que cumplir, de oportunidades que coger y que rechazar y sobre todo, por delante otros 366 días en los que disfrutar cada día de mi trabajo, de mi familia, de mis amigos y de mi misma…
Gracias por brindar un año más junto a mí por todos los buenos momentos que pasamos en 2015 y por todas las cosas buenas que llegaran en 2016.
¡Adiós 2015, hola 2016!