Adiós a la Ciencia

Por Siempreenmedio @Siempreblog

Al principio eran sólo rumores. Creí que eran unos cuantos envalentonados, como amenazando en plan “qué harta estoy”, “esto no hay quien lo aguante”, “lo dejo todo y cambio de vida”… Después, hace unos años, empecé a tener amigos que lo dejaban en serio, que de un día para otro se dedicaban a otra cosa. Acababan el doctorado, encontraban algún contrato y, más tarde, al no hallar salidas dignas, tiraban la toalla. Y yo pensaba “qué lástima, con lo que vale esta criatura”… Eran casos puntuales. Pero ahora estoy aterrada. Lo digo en serio. Tengo miedo. Y el miedo no es buen consejero. Hace un par de días una amiga me dijo que lo dejaba. Que dejaba el mundo de la investigación porque estaba muy quemada. Con una edad que oscila entre los 35 y 40 años, ella y muchos más están cansados de sacrificarlo todo por una Ciencia que lo único que les ha dado al final de tanto esfuerzo es un callejón sin salida: les obligan a retroceder. En concreto, con ella, unas diez personas de su centro (¡de un solo centro de investigación!). No es que cambien de institución, ni de área. Directamente dejan la Ciencia. ¿Se imaginan cuántos serán en todo el país? Como ciudadana, es muy difícil aceptar que alguien que ha sido formado en España, que ha salido fuera para superarse en su campo, que ha regresado con ganas de seguir en la brecha, alguien que quiere hacer de ello su fuente de ingresos (porque nadie vive del aire), tenga que dejarlo. Yo me niego a aceptarlo. Me niego a perder nuestro futuro (el que hemos pagado con nuestros impuestos). Me niego a vivir en un país en deuda cultural, un país que sigue diciendo aquello de “que inventen ellos”. Si pudiera, me cambiaba de mundo. Espero por nuestro bien que las cosas cambien. Si no, mal vamos. Pero que muy mal. Adiós a la Ciencia…

P.D.: Mientras, nos gastamos millones en actos públicos, visitas de personajes “importantes”, subidas de sueldos para políticos y perdonamos a Botín por no hacer la declaración de la renta de sus cuentas en Suiza… Sumen los recortes injustificados en sanidad y educación. ¿Dan ganas de cambiarse de mundo o no dan ganas?