>
Morella Cordero (*)El 19 de marzo del presente año comenzaron, lo que el comandante Fidel Castro llamó “bombardeos humanitarios a Libia”. Fue un pobre espectáculo el que se estaría colocando en escena para la expectación de la opinión pública mundial. La decisión de la Liga Árabe de pedir a la ONU que aplicara una zona de exclusión aérea dizque para salvaguardar a los civiles, nada más falso. La Unión Africana hizo otro tanto.
A través de los años el imperio estadounidense ha aprovechado las diferencias tribales -diferencias étnicas- de regiones de Europa, Asia y África, para crear divisiones en los países y después segmentar dichos países para convertirlos en pequeñas repúblicas al servicio del imperio. Así pasó con la región de los Balcanes en Europa Sur-Oriental, en Ruanda, el Congo y Costa de Marfil, y por supuesto no podían faltar los países árabes, de los cuales debemos resaltar, casi todos navegan en lagos de petróleo y otros recursos naturales bajo su subsuelo.
En Latinoamérica podemos decir que en lo que respecta a divisiones de este tipo no existen o no son acentuadas, las diferencias en nuestros países radican en la lucha de clases, ya que somos el continente más desigual en cuanto a la distribución de la riqueza. Un pequeño porcentaje de la población poseedor de la casi totalidad de la riqueza, y un gran porcentaje de la población sumido en la pobreza. Diferencias éstas que se están corrigiendo en nuestro país con la nueva legislación que nos estamos dando, en el marco de la Constitución bolivariana, así como también en otros países donde cambios semejantes están ocurriendo.
Debemos celebrar el momento actual cuando se está creando la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), todo un acontecimiento histórico en el perfeccionamiento de las relaciones entre los países latinoamericanos. Aprovechar que no tenemos áreas de influencia, ni mayores diferencias ideológicas, estamos en plena transición en el ámbito de las estructuras políticas y económicas del poder. Los países de América Latina y el Caribe podrán erigir a partir de este nuevo espacio de acción conjunta -dentro de su diversidad- espacios de mayor equilibrio en las decisiones de la región y en las mundiales que resguarden mejor los intereses de los países y sus pobladores.
No se puede permitir que esta loable intención se convierta por culpa de la burocracia internacional en solo decoración diplomática, deberá convertirse en plataforma institucional capaz de brindar y garantizar que la región latinoamericana y caribeña cuente con una instancia verdaderamente efectiva y con capacidad para vigorizar nuestras relaciones internas y hacia afuera de la región.
El objetivo fundamental deberá ser el de legitimar la verdadera complementación y unificación de la región antes que solo enumerar un sinnúmero de proyectos imposibles de alcanzar, que a su vez se convierten en fuente de obstáculo para lograr los auténticos propósitos que inspiraron a los jefes de Estado de la región a tan extraordinaria propuesta.
Tenemos en nuestras manos como latinoamericanos y caribeños, la oportunidad de oro para deslastrarnos de la nefasta Organización de Estados Americanos (OEA), organismo que nació a imagen y semejanza de los intereses estadounidenses y avanzar como una sola nación, con una sola moneda, un pasaporte, un banco y una tribuna para enfrentar unidos al monstruo de la globalización. Además sabemos que los Estados Unidos conspirará constantemente para que se convierta en un organismo más de los tantos que se crean y no concretan el objetivo para el cual fueron creados.
Culmino haciendo un paréntesis para expresar mi más profundo dolor por la muerte del camarada Carlos Zambrano, quien fue un connotado abogado, luchador incansable al servicio del pueblo del estado Bolívar y de la revolución bolivariana. Mi más sincera solidaridad hacia Juanita, su compañera de toda la vida, su desconsolada madre y demás familiares y amigos. Paz a su alma.
(*) Economista, presidenta de la Comisión de Política Interior del Consejo Legislativo del Estado Bolivar (CLEB)
morefelizzola@gmail.com