Curiosa película que trata un tema insólito para la época pre-transición en la que está inscrita: el embarazo de una adolescente de trece años y el ocultamiento de este hecho de toda la pandilla a la que pertenece la chica, que se conjuran para formar una especie de familia secreta en torno al niño que va a nacer. En ciertos aspectos, Adiós, cigüeña, adiós, es una especie de precedente de la serie Verano azul, ya que muestra al espectador el mundo de la adolescencia y sus problemas desde el punto de vista de éstos, retratando a los adultos - y más en aquellos tiempos todavía franquistas - como una especie de tiranos con los que es imposible razonar. También resulta curioso ver esta película con los valores de esta época y advertir que la relación sexual que se produce entre la pareja adolescente es prácticamente una violación, puesto que ella le pide reiteradamente que pare, pero el muchacho sigue. Es posible que en aquel tiempo muchos no advirtieran esto y se viera como algo normal un poco de resistencia por parte de una muchacha que, por otra parte, es siempre parte pasiva y sumisa en la relación y no parece darse cuenta en ningún momento de las verdaderas consecuencias que va a tener en el resto de su vida ser madre a tan temprana edad. Aunque está rodada con corrección, a pesar de alguna que otra escena un tanto tosca, la película de Summers sirve como testimonio de una época de nuestro país ya muy lejana.P: 5