La llamada Troika, compuesta por el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea, en pocas horas ha dado una estocada de muerte a la democracia, una democracia que en muchos países, como por ejemplo en España, está plena de limitaciones porque a decir verdad, nació ya defectuosa. Recuerden que hablar de Unión Europea es hablar de dos figuras: Merkel y Sarkozy. Esa es la Unión Europea que toma decisiones. El resto, no existe.
Ahora asistimos, como ya comenté días pasados, a una vuelta de tuerca más. Ahora quien quita y pone gobiernos es la Troika.
Primero fue Grecia. Pasaron por alto la voluntad popular, la opinión de los ciudadanos, base esencial de una democracia, e impusieron su candidato: Luca Papademos. Por supuesto, anteriormente vicepresidente del Banco Central Europeo y además alto ejecutivo en su día de Goldman Sachs. Por cierto, con él ha entrado a formar parte del ejecutivo la extrema derecha griega, que no estaba en el Gobierno desde la caida de la dictadura militar en 1974.
Ahora ha tocado a Italia. Silvio Berlusconi, ha caido no por las numerosas causas que tiene pendiente con la Justicia italiana, no porque así lo haya decidido el pueblo italiano. Ha caido porque la mencionadísima Troika así lo ha decidido.
Que Berlusconi era un corrupto impresentable, a la par que machista impenitente, para muchos de nosotros, no hace falta ni comentar. Ahora bien que decida la oligarquía economicofinanciera quién debe dirigir un país, eso simple y llanamente se llama "golpe de estado a la europea".
¿Quién es Mario Monti? Además de haber sido miembro destacado en Goldman Sachs, ese banco corrupto, inventor de las "subprime", y cuyos miembros son catapultados a todos los rincones del mundo para meter mano cual podadores con enormes tijeras, también ha sido director europeo de la Comisión Trilateral, lobby neoliberal fundado por Rockefeller en 1973; miembro de la directiva del Club Bilderberg, y un largo etcétera del mismo calado.
Después de estos dos golpes de estado en Europa, me pregunto cuál será el siguiente.
Me suena que esto lo vemos todos los días. Y ya se encargan los políticos y medios en reafirmar esa "indefensión". Las actuales políticas neoliberales, junto con los políticos e instituciones que las aplican, pretenden generar ese mismo estado psicológico y que sólo ellos (recuerden, la Troika) son los únicos llamados a encontrar una solución. La que ellos quieran, acorde con sus intereses, obviamente.
Los jefes de Gobierno europeos, de la eurozona pobre, ya lo saben: obedecen o serán sustituidos por cualquier tecnócrata a su imagen y semejanza.
Algunos analistas afirman que estamos ante el fin de un ciclo. ¿Tendrán razón los que apuestan por una nueva revolución como única salida a este ataque contra la ciudadanía? Quizás, las semillas ya están germinando, no?