Adiós, Esperanza. Adiós Partido de Bankia (IUCM). ¡Hasta nunca!

Publicado el 25 mayo 2015 por Rgalmazan @RGAlmazan

Cuando desperté, el dinosaurio ya no estaba allí.

Bueno, pues empieza el cambio en Madrid. Lástima que por muy poco no se haya podido ganar la Comunidad, pero el paso dado es fundamental. La alcaldía será de Manuela Carmena –¡Bravo Manuela!—, a pesar de que la lista más votada sea PP.

Pero verdaderamente donde se ve el total fracaso de Espe Aguirre –la lideresa chula, macarra y soberbia— es cuando se compara sus resultados con los de Cristina Cifuentes, que ha perdido muchos menos votos y que ha sido capaz de aguantar lo suficiente para poder gobernar con la anuencia de Ciudadanos.

Ya está bien de aguantar las chulerías, las desvergüenzas, las corrupciones y todo lo que rodeaba a la lideresa, finalmente la que creían que iba a salvar Madrid –por eso la puso Rajoy, no fue por amor—, se ha hundido y está en situación de coma profundo, esperando que sea sustituida también como presidenta de su partido en Madrid. Si tuviera vergüenza ya habría presentado su dimisión.

El triunfo y la derrota. Un nuevo país 

En el total del país, el PP se ha llevado un batacazo de mucho cuidado. Y el otro que peligra, aunque tratará de hacerse el sueco, es Rajoy. Porque, ¿cómo puede aguantar de capo quien ha nombrado y va a ver caer, muy probablemente, a Fabra, Aguirre, Barberá, Zoilo, León de la Riva, Cospedal y tantos otros? Bueno pues ya verán como se pone de perfil y tratará de perpetuarse en su sillón. El hecho de que ayer no diera la cara –y mandara a decir tonterías a su monaguillo preferido: Floriano— es sintomático y muy rajoyniano.

En el otro extremo es necesario hablar del fracaso de Izquierda Unida. Sobre todo en Madrid. Y es que entre la fuerza emergente de Podemos y la convulsión que supuso que la dirección de IUCM estuviera mandando besos y abrazos al sinvergüenza de Moral Santín, además de hacer caso omiso al deseo expresado de la dirección federal de que Gordo, Pérez abandonaran sus puestos de portavoces y de no reconocer la candidatura de Raquel López al ayuntamiento, les ha puesto en un lugar cuya única solución es la dimisión inmediata de toda la dirección y la convocatoria de un congreso extraordinario.

No se puede seguir con una dirección que ha fracasado en todo. Desde las primarias, donde apostaron por los perdedores hasta estas elecciones que han demostrado, que a pesar de haber encontrado un candidato con tirón en la Comunidad, se han quedado fuera, perdiendo lo que se había conseguido con esfuerzo.

Me alegro mucho de los resultados de Ada Colau en Barcelona y de Compromis en Valencia. Y, por supuesto, de que en Rivas, Izquierda Unida –en una candidatura de unidad popular-- haya mantenido la alcaldía, a pesar de que los del partido de Bankia (la dirección de IUCM) hayan tratado de mandar un torpedo (una candidatura de tránsfugas que no admitió la Junta electoral) para que no ganara la Izquierda Unida de Rivas, la de la dirección federal, la que apoya a Garzón.

Desde Izquierda Unida hay que exigir cambios. De mantener a esta gente en la dirección regional puede peligrar el futuro de Garzón, que está siendo bombardeado sin miramiento. Por cierto, en el territorio nacional han triunfado sobre todo las candidaturas de unidad popular, lo que quiere decir que los que defendían la tesis de mantener las siglas como sea han perdido la batalla, lo importante han sido las alianzas, como en Barcelona y Madrid.

Todo esto implica la necesidad de ampliar las bases de estos acuerdos para llegar a las generales preparados para ganar. Por ello, Garzón es un activo que hay que defender, mientras que Cayo Lara debería dejar su sillón. El fracaso en Madrid y en el resto del Estado, así se lo piden.

Salud y República