Por muy maltratada que haya sido una persona nada le da derecho acabar con la vida de ningùn ser vivo y menos porque simplemente le molesta un animalito indefenso.
Ayer muriò en los brazos de mi esposo un gatito que habìamos adoptado hace tiempo, le nombramos Roger el honor a nuestro amigo defensor de los animales, eran dos gatitos, el otro se llama Hendrix, una vecina un tanto amargadita dijo en una reunión vecinal que iba a envenenar los gatos de la calle, entre tantas sandeces que dijo, jamàs pensè que hablara en serio, porque en mi mente no cabìa que una amenaza semejante se pudiera cristalizar, ademàs ese dìa sacò a la luz pùblica su odio a los niños que juegan en la calle, al ruido de las motos, en fin a todo fragor que llegara a sus delicados oidos.
Mi nena preguntaba por sus gatitos, sòlo atinamos a decirle que se habìan ido, no supimos explicarle el concepto de la muerte, (muriò el blanco de la foto) en la tarde apareció el otro gatito (el de color negro), a todas luces sufriendo de dolor, solo ha tomado agua en casi 24 horas pero nada de alimento en ninguna forma. Esta "señora" tiene un hijo que hace lo que hacen todos los niños (travesuras, etc), pero a escondidas de ella.
Que estamos dejando de herencia a nuestros hijos?
Nos importa más dejarles dinero, riquezas, posesiones, lujos?
No nos podemos detener un momento, solo un momento a pensar en el ejemplo de vida que les estamos dando?
No puedo compartir lo que a veces leo de "amo a los animales y odio al hombre", pero vaya que si tenemos mucho que aprender de ellos, son nobles por naturaleza. Ayer cuando le dabamos la medicina a nuestro gatito negro (se llama Hendrix), el sentìa dolor, sacò las garras pero en ningùn momento nos hizo daño ni a mì ni a mi esposo, lo cual demuestra que pese a su dolor pudo contener su instinto felino de defenderse.
Una de los recuerdos màs lindos que tengo de mi infancia son los animales de mi casa materna, habìa muchos y de todas las especies, mi nena adora sus animalitos, puede pasar horas en el patio jugando con las perras, es feliz cargando a los gatitos pese a que la gente le teme a las diferentes enfermedades que puede transmitir un felino, pero a mì me da màs pànico aquellos actos de los cuales es capaz el hombre sòlo por su enfermizo deseo de ganar territorio.