Al contrario que la famosa frase "Il messaggero non è importante" de la película Stigmata, el mensajero a veces sí que es importante, y éste era el caso de nuestro famoso Messenger. Esta herramienta de chat fue la antesala de lo que hoy conocemos como redes sociales. Se convirtió en el escaparate donde mostrar lo que se empezaba a definir como el perfil de uno mismo, y ya podías configurar tu imagen, tu letra, tus iconos, etc. Y por esto mismo de alguna forma creo que los internautas le debemos mucho, aunque sólo sea este reconocimiento.
Ahora Skype se hace cargo del patrimonio que deja Messenger, y cuidado que no es un "don nadie", que hablamos de otro gigante de la mensajería con mucha historia, que ha ido haciéndose más y más fuerte y sobre todo en el mundo empresarial. Como teletrabajador por cuenta ajena que soy, hoy por hoy no concibo mi trabajo sin Skype, porque la potencia y sobre todo las funcionalidades que tiene lo convierten en una herramienta de trabajo idónea.
Dicho esto, mi más sincera despedida a Messenger por tantas y tantas horas que me hizo pasar en Internet para bien o para mal.
¿Y tú, tienes "messenger"?
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