Adiós pequeño… patitas en el cielo

Por Adrylin

Un día mi corazón sintió que necesitaba una compañía, alguien que me ayudara a pasar una etapa de mi vida, se me metió en la cabeza que era un cachorro y en mi mente ya sabía como era. Pasaron los días y lo encontramos, estaba feliz. Había tenido perros en mi familia, y los había querido mucho, pero él, él era especial. Lo fuimos a ver y de primera vista supe que era el quien me iba a acompañar. Tenía una parada de super cachorro, y no le tenía miedo a nada, se fue a explorar lejos de su mamá, era muy elegante y con la mirada altiva. Lo llevamos a casa, lloró la primera noche, supongo que extrañaba a su mamá, después comprendió muy rápido que era su nueva casa, aprendió buenas costumbres muy fácil, era muy inteligente, era muy cariñoso y me despertaba muy temprano para ir a hacer pis, luego venía a seguir durmiendo. Pedí unos días en el trabajo para cuidarlo mientras se acoplaba a su nuevo hogar.

Después me dió mucha pena dejarlo solo en casa mientras yo me iba, sobre todo no alcanzaba a regresar a darle de comer, le pedí a mi mami que me lo cuidara y era como esas «mamás modernas» que le encargan su hijito a la abuelita y lo pasan retirando. Ahh por cierto vaya que era bravo y gruñón, se mordió a algunos en su vida, es que debías caerle bien y no pasaba nada, no sé que era lo que sentía, tal vez las energías, o algo más nunca lo sabré

Mi Lucas en la playa

Fue creciendo, era hermoso, y hasta su veterinario me dijo que lo registrara como de raza, yo era una mamá orgullosa. Era muy educado, a veces un poco apestoso y alguna vez hasta pulgoso, y tenía su baño medicado, tenía piel sensible. La primera vez que lo ví vomitando me preocupé mucho y tuvo que quedarse interno en la clínica para perros, pero salió muy bien y así algunas veces en su vida, a veces era como una aspiradora y quien sabe que se comía.

Hay tantos recuerdos que tengo en este momento, los viajes a la playa, las salidas al parque, las salidas cerca a la casa y hasta la caída que tuve en el parque cuando se me atravesó con su compañera Pepa, le encantaba jugar con la pelota, y si que nos tomó tiempo enseñarle, nunca aprendió a dar la pata pero si aprendió a sentarse con una orden.

Siempre salía muy guapo de la peluquería y siempre bien vestido, luego se puso difícil la situación no lo podíamos tener mucho tiempo en el departamento, a veces salíamos muy tarde y no podíamos pasarlo a ver y mis papis se encariñaron lo cuidaron mucho, lo llevaban a pasear, era fiel compañero a donde iba mi mami estaba él.

Y si estaba con nosotros, pedía permiso para subirse a la cama y acostarse con su papá, era un perro leal y cuando podíamos lo cuidábamos, nuestras vidas cambiaron nació su hermanita y él se puso muy celoso, no la quería, era la única niña a la que gruñía, a su prima en cambio la cuidaba. No podíamos ponerles en peligro a los dos y tuvimos que separarnos más.

Tratábamos de estar pendientes y lo cuidábamos cuando podíamos. Aunque no estaba ya con nosotros siempre lo teníamos en nuestro corazón.

Y hoy tratamos de llevarte lo más rápido para salvarte y no pudimos!! Lo siento Lucas!! Espero que hayan sido hermosos tus casi 12 años junto a nosotros. Ahora estarás junto a la Pepita en el cielo

Algún momento nos volveremos a ver!!! Buen viaje compañero!!!