Hace un mes salió la última versión estable del sistema operativo Ubuntu [la 11.04 llamada en clave Natty Narwhal], y es ahora, desde la experiencia, cuando me dispongo a hablar de ella.
Algunas de las novedades que incluye esta versión:
- Kernel 2.6.38 – Rendimiento optimizado entre un 30% y un 50% más.
- Mozilla Firefox 4
- LibreOffice 3.3.2 sustituye a OpenOffice como suite ofimática.
- Banshee 2.0 sustituye a Rhythmbox como reproductor de música estándar.
- Protección integral basada en firewall y protección frente a virus de serie.
- Unity sustituye a Gnome como entorno de escritorio.
Desde luego que la novedad más importante es el nuevo entorno de escritorio, el cual ha marcado un antes y un después en esta popular distribución Linux, así como ha abierto un nuevo camino en el desarrollo de los futuros entornos de escritorio [OpenSuse ha anunciado que también incluirá Unity en su próxima versión]. Unity ha dividido totalmente a los, hasta ahora, incondicionales “ubuntureros”, entre aquellos que abalan este cambio y aquellos que lo condenan.
En mi experiencia personal, Unity me gusta ya que optimiza el espacio en pantalla, y revoluciona nuestro concepto de escritorio en un sobremesa al reinventar el escritorio de los netbooks [de hecho, desde esta última versión, la edición de netbooks de Ubuntu, Ubuntu Netbook Edition, se ha integrado totalmente con la edición de escritorio].
A pesar de éstos puntos a favor, Unity me ha defraudado debido a su alto consumo de recursos [tanto en 3D como en 2D], y debido a que Ubuntu ocupa cada vez más memoria. Si tuviese un sobremesa, el consumo no me afectaría tanto, pero como sólo poseo un netbook, estoy obligado, desgraciadamente, a despedirme de Ubuntu para siempre [como muchísimos otros "ubuntureros"].
¿Y ahora qué hago si he cortado mi larga relación [años] con Ubuntu? Windows no es una opción [por convicción, por rendimiento y por optimización], pero parece que he encontrado una solución: Lubuntu 11.04
Lubuntu es un derivado de Ubuntu que usa un nuevo entorno de escritorio llamado LXDE [sus componentes son independientes, y cada uno de ellos se puede utilizar independientemente con muy pocas dependencias], el cual usa a Openbox como administrador de ventanas. Con esta breve descripción, los lemas de Lubuntu no podrían ser otros que: “menos recursos y más eficiencia energética” y “Ubuntu ligero para ordenadores rápidos”.
Así es, Lubuntu tiene todas las ventajas de Ubuntu en cuanto a compatibilidad, potencia y estabilidad, pero dotado de ese minimalismo y esa optimización en el rendimiento tan deseado. Realmente, es el sistema operativo, con entorno gráfico, más ligero que jamás haya probado [tal vez el único que pudiese competir con él sería el, aún no actualizado, Linux Mint 9 Fluxbox. Y desde luego que Xubuntu no puede competir con su pseudo-ligero escritorio XFCE].
Para que un sistema sea liviano, los programas que lleve por defecto también deben de serlo. El software que lleva de serie y que son una excelente alternativa a otros más conocidos:
- Audacious es el reproductor de música.
- Gnome-MPlayer es el reproductor de vídeo.
- Chromium es el navegador web [mi favorito sin lugar a dudas].
- GPicView es el visualizador de imágenes.
- Xfburn como quemador.
- AbiWord y Gnumeric [ésto lo he cambiado por LibreOffice, la cual es la mejor suite ofirmática].
Además, tenemos una gran noticia: desde la próxima versión de Lubuntu [la 11.10], éste sistema operativo será, oficialmente, una distribución derivada de Ubuntu, lo cual beneficiará enormemente a este proyecto.
En definitiva, tanto Ubuntu [descárgalo aquí] como Lubuntu [descárgalo aquí] son serias candidatas a ocupar su lugar en tu ordenador… sólo necesitan que les des una oportunidad frente al monopolio de Windows.
¿Y cuál es vuestro sistema operativo preferido?
No cambien de blog, mañana más
“Siempre hay alguien que marque la diferencia” The Emperor’s Club.
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