Hay adjetivos calificativos que, aplicados a ciertos sustantivos, destacan cualidades que estos poseen por su propia naturaleza, destacan una propiedad inherente, característica del sustantivo modificado. Son los llamados adjetivos epítetos y se utilizan generalmente antepuestos:
El epíteto es siempre expresivo. Si lo empleáramos para representar una cualidad que todo el mundo reconoce en el objeto, resultaría superfluo; de ahí que a veces se utilizan en sentido irónico y pospuestos, como por ejemplo había una nieve blanca, vimos los rascacielos altos.