París es de esas ciudades de las que uno simplemente no se cansa de hablar ya que tiene tanto que ofrecer para todo tipo de viajeros de cualquier parte del mundo. Ya sea que uno viaje en busca de turismo religioso, gastronómico, cultural, deportivo, de diversión, de naturaleza, etc., el asunto es que París fascina prácticamente a cualquiera.
A la capital francesa arribamos por tren provenientes de Munich. Sería nuestra primera vez en la Ciudad Luz, y queríamos sin duda llevarnos las mejores fotografías posibles. Así que optamos por primero conocerle desde lo alto.
Por ello te contamos sobre una manera fácil y rápida de disfrutar de París desde un ángulo que promete dejarte una de las mejores impresiones posibles.
Existen varios puntos donde se pueden tomar panorámicas espectaculares, pero las 3 que recomendamos son:
Torre Eiffel
El gran ícono de la ciudad tenía que entrar en el número 1 de la lista. Basta con subir al mirador de la segunda planta para poder encontrarse con una excelente panorámica de más de 100 metros sobre el suelo. A esa altura es más que suficiente para poder apreciar los Campos de Marte a un costado de la torre, así como seguir el recorrido del Río Sena atravesando la ciudad.
Un poco más a lo lejos, aunque no mucho, el Arco del Triunfo hará su aparición abriéndose paso entre la avenida principal de París, los Campos Elíseos.
Vista desde la Torre Eiffel | Foto: Derek Key/Wikipedia
Arco del Triunfo
Y ya que hablamos del monumento que Napoléon Bonaparte mandó construir, este también es uno de los puntos de interés más populares entre los visitantes que gustan de este tipo de vistas aéreas.
Para los foráneos, el tráfico que circula por Campos Elíseos es una especie de adorno en la escena. Ver como la vida cotidiana de los franceses pasa prácticamente debajo de uno, desde que lo ve venir proveniente de la Plaza de la Concordia, hasta que se pierde en el horizonte conforme se acerca al distrito financiero de La Defense, es una experiencia como pocas que te permite ver, oír y sentir un poco de la vida local.
Notre Dame
Para muchos la Catedral de Notre Dame es más sobre admirar su arquitectura y diseño góticos, sobre lo que representaría utilizarle como un simple mirador. Y lo de “simple” es un decir ya que las vistas que se observan desde lo alto son casi indescriptibles, de las mejores de la ciudad también.
Luego de que goces de ese interior tan único, procede a la parte de afuera de la iglesia para subir a sus campanarios. Necesitarás algo de paciencia para lidiar con las multitudes, pero una vez que lo logres, sabrás que habrá valido bien la pena.
Escalarás cientos de escalones, pasarás los campanarios donde supuestamente debiera estar el famoso personaje Cuasimodo, y llegarás a las terrazas, bien protegidas por cierto para no caer, desde donde verás a lo lejos la principal atracción de la ciudad, la Eiffel, así como los otros íconos que mencionamos como el Arco del Triunfo y la Basílica del Sagrado Corazón en lo alto de la colina Montmartre.
Una recomendación especial es utilizar las gárgolas como punto secundario de referencia para que obtengas fotografías que parezcan sacadas de una revista.
De los tres lugares que mencionamos, si solamente pudieras acudir a uno de ellos, el que recomendaríamos sería Notre Dame, la razón, es que además de ser un lugar increíble por sí solo, el hecho de tener a las gárgolas como objetos secundarios en las fotografías es un elemento extra. Sobretodo tomando en cuenta que tendrás a la Torre Eiffel en el recuadro.