Adolescencia

Publicado el 14 abril 2011 por Santiagobull

"¿Pero qué carajo significa ser adolescente?" Esa es una de las preguntas que, hoy, no dejan de dar vueltas en mi cabeza. Creo habérmelo preguntado hace unas semanas, también, pero ya ni estoy seguro, ni recuerdo de qué iba, así que lo replanteo: ¿de qué carajo va esto de la adolescencia? Y yo digo:
-Es vivir como si el mundo fuera a acabarse, pero confiando en que no lo hará.

-Es amarrarse a un montón de excusas nobles para hacer cosas idiotas. -Es leer a Bukowski con la mano en el pecho y de madrugada.-Es escribir unos poemas miserables, pensando que son una obra maestra, pero que a la semana no se los traga ni su autor.-Es hacer de cada sentimiento un templo o un abismo.-Es vomitar bilis, y enorgullecerse por ello.-Es creer que la noche es eterna, como los sueños.

-Es aprender de a pocos que todos los sueños se rompen como la noche.

-Es descubrir que existen Baudelaire, Byron, Schopenhauer.-Es creerse el último de la cola, vivir en un cenicero, olvidar el presente.-Es descubrir un universo en cada pezón.-Es emborracharse como si no hubiera mañana.-Es aprender que existen el mañana y las resacas.-Es maldecir hasta sin saber lo que se maldice.-Es apretar el puñal contra el cuello, sin saber si rogar porque tenga o porque no tenga filo.-Es enamorarse por primera vez todos los meses.-Es hacerse las mejores pajas de tu vida.-Es no darse cuenta de que los gritos al cielo van a parar en un vaso vacío.

-Es descubrir que los bares son los únicos templos reales.

-Es escupir en las cruces y seguirlas cargando.-Es descubrir las texturas de otro cuerpo.-Es un ir aprendiendo que los sabores engañan.-Es no querer echarse a dormir nunca, ni vivir tampoco.-Sobre todo, es ser un exagerado.Cada cual tome las que quiera, mándeme al diablo o rásquese la cabeza, que a mí me da lo mismo. El que quiera echar un brindis queda invitado, por supuesto, y de todos modos nadie podrá recriminarme por algo: que cuanto he dicho, lo he dicho honestamente. Sea, años de mierda tan buenamente perdidos de los que todavía extraño algo de cuando en cuando. Malditos calendarios.