En su primer año de vida como CatalunyaCaixa (el pasado 1 de julio se fusionaron Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa), la entidad ganó 109 millones de euros después de conseguir 32 millones de devolución de impuestos por las plusvalías generadas con la venta de su participación en Abertis en 2008. El resultado contable fue de 76,6 millones (-30,6%) con una caída de todos los márgenes en sintonía con la media del sector.
El esfuerzo que está haciendo el equipo gestor liderado por Adolf Todó, su director general, para reconvertir la cuenta de resultados empieza a vislumbrarse aunque con mayor claridad podrá constatarse en las cuentas de 2012 donde se espera que se produzca un salto incremental muy importante. Y es que ese año ya aflorarán las sinergias de la reconversión (130 millones anuales) y se podrá beneficiar de menores dotaciones (un menor esfuerzo cifrado en 100 millones añadidos). La reestructuración se llevará por delante 1.300 puestos de trabajo.
De momento las preocupaciones de Todó se centran en cómo obtener el core capital mínimo necesario para poder sobrevivir, cifrado en el 10% (ya que su dependencia de los mercados mayoristas es superior al 20%) y que supone obtener entre 1.500 y 1.700 millones. Para ayudar en ese cometido CatalunyaCaixa acaba de contratar a Goldman Sachs que realizará un diagnóstico de la situación y una prospectiva en los mercados en busca de posibles accionistas que aporten esa cifra. Todó se reserva como último recurso acudir al FROB y solicitar esa cantidad.
En julio debería tener toda la operación ya diseñada y constituir la nueva entidad bancaria hacia finales de año. No tiene claro si la entidad podrá subsistir como caja de ahorros o bien deberá pasar a ser una fundación. Dependerá que la caja pueda suscribir el 50% del capital del banco. En todo caso, Todó ha dejado claro que luchan por “maximizar los intereses de stake holders actuales” en referencia a las instituciones que hoy en día detentan el poder en la entidad, a sus empleados y clientes.
No se plantea sacar el banco a Bolsa en un primer momento (escenario principal) porque las salidas que se producirán este año abaratarán el precio. Espera poder desarrollar la entidad, incorporarle más valor añadido y postergar la salida unos años.
La Obra social
Según reconoce en su estrategia de futuro hay dos objetivos irrenunciables: continuar siendo una entidad que hace banca de proximidad y mantener (y potenciar) la Obra Social. En este sentido, en 2010 la dotó con 52,5 millones (frente a los 64 millones de 2009) aunque no se ha ejecutado totalmente el presupuesto, destinando una cantidad no especificada al fondo de reserva. La previsión para 2011 es dotar una cantidad similar a la de 2010. También reconoce que trabaja con la premisa de maximizar los intereses de país, en referencia a Cataluña.
Por otro lado, en los últimos cinco meses de 2010 la entidad empezó a devolver el préstamo del FROB (42 millones). Todó tiene claro que la entidad no tendrá ningún problema para cumplir sus compromisos con el Banco de España.
En relación con la elección de nuevo presidente (el actual, Manel Rosell, está en funciones por la dimisión de Fernando Casado hace dos semanas), se realizará en la asamblea general, prevista para el próximo mes de junio, después de las elecciones municipales del 22 de mayo. Rosell tiene la intención de presentar su candidatura.
La venta de Repsol YPF aumenta su 'core capital'
Por último, la reciente venta de su participación de Repsol YPF ha proporcionado unas plusvalías de 450 millones que se destinarán íntegramente a reservas para poder aumentar su core capital hasta el 6,9% (6,7% según los criterios de Basilea III), un punto más que en 2009.