SINOPSIS
Después de cuatro meses en Nueva York dando clases de literatura creativa en la Universidad, Sigrid Halvorsen, escritora de novelas románticas, que se considera a sí misma una supermujer nietzscheana, regresa a su casa en Toulouse, donde descubre que su hermano, con el que convive, se ha casado con una chica millonaria. Conmocionada por el hecho, trata por todos los medios de deshacer esa boda y de hacer que él regrese a casa, pero entre medias conoce a François, un tímido profesor de la Universidad de Le Mirail, del cual se enamora. Lo malo es que él solo quiere una amistad intelectual… y ella quiere otra cosa…
François y Sigrid no pueden ser más distintos: él es apático, no tiene vida social, cree en Dios, es casto… ella es apasionada, sociable, atea y la castidad no le va nada… Pero ambos tienen algo en común: adoran a un dios desconocido…
OPINIÓN de Carolina Márquez Rojas
No sé por dónde empezar, la verdad. Son tantas las cosas que quiero decir y tantas las ideas acumuladas en mi cabeza sobre esta novela que he ordenarlas antes de empezar. Y es que he sacado muchas conclusiones de este relato, y me ha absorbido de tal manera que he prescindido de tomar notas, algo que suelen hacer quienes se dedican a reseñar. Yo no lo hago siempre, a veces me dejo llevar porque tomar notas me molesta bastante si estoy disfrutando con la novela, y aún me resulta más difícil hacerlo si me siento identificada con la protagonista y vivo su historia como si fuera la mía, bueno casi la mía, enganchadísima a la trama.
Esta es la historia de Sigrid Halvorsen. Una mujer que vive según sus propias normas y creencias, sin importarle un comino lo que piensen los demás, aunque realmente sufre por el rechazo que su comportamiento provoca en el resto del mundo. Pero ella debe vivir así, es lo que siente y si no lo hace entraría en contradicción consigo misma. Es una mujer nietzsechiana, una supermujer que vive como quiere y que además dice lo que piensa sin prever las consecuencias que sus palabras provocan, y debido a esto las personas que se relacionan con ella terminan culpándola de todos los males que sufre el mundo, además de los propios.
Estamos en definitiva ante una mujer muy especial a través de la cual nos percatamos que existen diferentes puntos de vista, diferentes formas de ver la vida y de vivirla de acuerdo a lo que cada cual piensa y siente, sea moralmente correcto o no, entendiendo por moral correcta la que la sociedad impone como modelo de conducta en un tiempo histórico concreto, respetando los tabúes, sin transgredir las normas sociales o religiosas, no cometiendo actos “incompatibles con la civilización”, según escribe la autora.
La sinopsis no le hace justicia a la novela, pues la historia es muchísimo más compleja que lo que insinúa. Narrada a través de los diferentes personajes principales nos ofrece mucho más que el único modo de vivir la vida de Sigrid. Puesto que todos somos diferentes, es justo conocer cómo piensan y cómo intervienen los demás protagonistas en los hilos vitales que se van tejiendo entre todos ellos y cómo cada una de las decisiones que toman repercuten directa o indirectamente en la vida de los demás. La vida es muy complicada y además nosotros mismos nos la hacemos aún más complicada y permitimos que otras personas nos la compliquen también, con lo cual no llegamos a alcanzar la felicidad jamás, no la absoluta, pues no existe ese concepto, pero no podemos disfrutar de esos momentos de felicidad que hacen que nuestras vidas tengan sentido. Sigrid tiene un superego inmensamente grande; es inteligente, ingeniosa, divertida, buenísima escritora de “alta literatura” pero se gana la vida escribiendo novelas románticas, y además mantiene una relación incestuosa con su hermano gemelo enfrentándose a la moral hipócrita de los miembros de su familia y de sus amigos, los cuales esconden sus propios secretos y viven según su propia moral. La diferencia entre Sigrid y el resto de los personajes es que ella no esconde su modo de vida, ni lo que piensa, y eso la hace libre pero también la deja expuesta ante el mundo de la doble moral: lo que hagas de puertas hacia adentro está bien, pero que nadie lo sepa. El sufrimiento, pues, es inevitable y esta supermujer lo experimenta a través de una psicosis maníaco-depresiva que la anula por completo. Pero está dispuesta a luchar y a ser feliz… a su manera.
He disfrutado enormemente con la historia de Sigrid: yo también quiero ser una supermujer, vivir como quiero y decir lo que quiero. Pero eso cuesta y hay que ser muy valiente para tomar ese camino. La verdad es que la historia de “la Bestia rubia germánica” me ha hecho reflexionar mucho sobre la doble moral y la hipocresía que campan a sus anchas muy cerca de nosotros, en amigos, vecinos, familiares o compañeros de trabajo. Todos acostumbramos a mentir sobre nosotros mismos y lo que pensamos y eso no es malo, pues no siempre es aconsejable decir lo que uno piensa; simplemente dejamos de ser honestos con nuestra conciencia y eso también produce sufrimiento.
Pero la novela no es triste como pudiera parecer, al contrario. Ania Kubiçek –M. Covadonga Mendoza se recrea en la crítica social con un humor irónico, ácido y muy divertido: la parte en que Sigrid imagina su versión sobre la ópera de Wagner “Las Valquirias” o aquella en que critica abiertamente las novelas de género romántico no tienen desperdicio. Y Sigrid tiene un humor “peleón”: aquel que es tan ocurrente y que utiliza el doble sentido, pudiendo llegar a irritarte pero sin poder dejar de reír. Kubiçek-Mendoza se atreve a criticar cualquier cosa, no solo el funcionamiento y el carácter de nuestra sociedad, sino que abarca todo lo que se le ponga a tiro: la música, la filosofía, la escritura, los escritores, todo ello con respeto y buen humor, algo que la autora posee y que utiliza con creces, capaz de arrancarte sonrisas en todas las 426 páginas en que se desarrolla la historia, ya sea en una boda o en un funeral.
Esta tragicomedia romántica no convencional (un subtítulo muy acertado, aunque yo he preferido inventar un género para ella: novela romántica bipolar) es altamente recomendable porque la historia es compleja y real como la vida misma con unos personajes tiernos, sensibles y también manipuladores: tremenda la intervención de Elizabeth McPherson, la heroína de Liber Hespericus, otro relato de la autora. Leerla os hará reflexionar, sufrir un poco, pero sobre todo ver la vida con otros ojos y quizás ser más tolerantes. Muchas mujeres –y algunos hombres- se sentirán identificados.
Palabra de supermujer.
CAROLINA MÁRQUEZ ROJAS
Podéis descargar la novela de forma gratuita aquí: Web de M.C.Mendoza