La primera cosa en llegar a mis manos fue Ni por favor ni por favora, de María Martín, un libro divulgativo sobre lenguaje inclusivo. Se podría decir que es un pago por haberle resuelto unas dudas que tenía de mi campo, la Arquitectura. Me negaba a cobrarle nada por resolver unas dudas por correo electrónico así que el libro me parecía una compensación más que suficiente. Lo otro que sale en la foto es un reloj regalo de unas primas de mi madre a las que les hice un trabajo ya más serio. No tenían ninguna necesidad ya que a ellas sí les cobré un precio justo, pero igualmente me quisieron agradecer así el trabajo y la ayuda futura cuando les toque hacer una mudanza.
Os mando un beso enorme a quienes os pasáis por aquí y mis mejores deseos para que el dichoso virus pase de largo y no os afecte, tanto directamente como en vuestras personas cercanas ¡Muchos ánimos!