JÓVENES
Los buenos nos morimos jóvenes,
dejamos el recuerdo de las huellas
forjadas en la vida,
el llanto y el dolor por unos labios
que nunca fueron hierba
nacida por el roce de otros labios.
Siento el profundo abrazo de la noche
que se cierne en las sombras y en el bosque
que susurra lamentos.
Las piedras beben lágrimas
cuando el cuerpo se ausenta, cuando el luto
cubre las sábanas y el melancólico
silencio del vacío dormitorio
yace como estos párpados de sombra
que se cierran al mundo.
Existe un prisionero en mi mirada,
la oscuridad me encierra
a través de la hora más oscura;
todo serán recuerdos,
historias del pasado que se apagan
como una vela.
Los buenos nos morimos jóvenes,
morimos con las luces del invierno
y dejamos la vida
como el silencio de un burdel vacío.
Adrián Perez Castillo. La luz del abismo. Ediciones del 4 de agosto, Colección Planeta Clandestino, agosto 2013. Noticia: Enrique Cabezón. Ilustración: Miguel Ángel García.