El sábado, a la hora del almuerzo, el chico encontró el momento apropiado para recuperar el botín de galletas escondido. La mamá de Adrián había salido a hacer unas compras y su papá estaba tranquilamente sentado absorto en su ordenador. Entonces, se subió a una silla para alcanzar sus galletas, pero vio que no llegaba ni siquiera a abrir la puerta. Así que sigilosamente comenzó a recopilar libros y revistas por casa para amontonarlas encima de la silla y poder alcanzar su tesoro. Yendo y viniendo por casa se le escapaban risas de la emoción, su plan era perfecto, ya podía saborear sus galletas favoritas. Cuando pensó que ya tenía suficiente altura, se volvió a subir y de repente ¡zas! Las revistas y los libros resbalaron de debajo de sus pies y se cayó al suelo. Del estruendo, su papá fue corriendo a la cocina y Adrián se puso a llorar. Su plan había fracasado y ahora su papá iba a enfadarse con él por la trastada.
Continuará...
¿Creéis que Adrián cejó en su empeño de recuperar las galletas?, ¿qué creéis que pudo aprender de la experiencia?
¡Un abrazo amigos!
Enlaces a las fuentes de las imágenes:
http://www.elmonstruodelasgalletas.com/2012/09/08/hacer-galletas-con-los-peques/
http://www.facilisimo.com/minuka/blog/manualidades/mas-manualidades/cajas-y-baules_231322.html