El pasado jueves, 17 de Mayo, se estrenaba el segundo reparto de Adriana Lecouvreur en el Gran Teatre del Liceu con Daniela Dessì, Fabio Armiliato, Marianne Cornetti, Stefano Palatchi y Bruno de Simone, en los papeles principales.
Daniela Dessì fue de menos a más. Un accidentado primer acto donde parecía que no lograban abrocharle el corpiño del traje que se ponía en escena y que Fabio Armiliato tenía problemas con los agudos que a la postre obligaron a ser sustituido por Carlo Ventre.
Una vez substituido el tenor la Dessì se centró y logró sus mejores momentos en el tercer y cuarto actos. De todas formas su monólogo de Fedra del tercer acto me pareció un tanto afectado pero en cambio en Poveri fiori estuvo muy bien.
Fabio Armiliato luchó en los dos primeros actos por hacer correr su voz en la zona aguda sin mucho éxito, los agudos se quedaban atrás sin acabar de brillar. Ese fue el motivo que en L’anima ho estanca no arrancara ningún aplauso del público y me imagino lo que le decidió a dejar de cantar la función.
Marianne Cornetti fue una excelente Princesa de Bouillon. Con una voz potente, quizá no tanto como Dolora Zajick, y muy segura en la zona aguda estuvo muy bien en el segundo acto. Su actuación es un punto más contenida que la de la Zajick y su Restate! a Maurizio fue casi susurrado pero con mucha convicción, como para no hacerle caso.
Carlo Ventre, que había cantado la noche anterior con el reparto popular, hizo entrada en el tercer acto. La voz le corría bien en el registro agudo y fue un buen Maurizio para la segunda parte de la obra de la noche.
Hay que agradecer que en el GTL se preocupen de tener covers a mano para estas ocasiones y no tener que suspender la función.
Bruno de Simone, como Michonet, estuvo bien, con una dicción excelente, qué menos, pero que no me hizo olvidar a Joan Pons y su presencia escénica.
Stefano Palatchi, como Príncipe de Bouillon, estuvo muy bien en su papel otorgando aristocracia al personaje.
El coro, que no mencioné en la anterior crónico, estuvo muy bien en el tercer acto.
Al final ovaciones para todos.
El teatro sigue sin llenarse, una lástima.
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