Los números son claros y crudos. En lo que llevamos de año los 47 aeropuertos de la sociedad pública Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) han perdido cerca de un 10% de pasajeros mientras que el tráfico de mercancías, en los diez primeros meses, ha caído más de un 14%.
Su presidente, Juan Lema, anunció recientemente en la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados que prevé unas pérdidas de 387 millones de euros para este ejercicio, un 134,2% más que las de 2008, cuando perdió 130 millones. Recordar que en 2007 también hubo números rojos aunque escasos, de 10 millones.
Pero lo peor es que sus previsiones para 2010 son aún peores. La sociedad estatal espera cerrar el próximo ejercicio con unas pérdidas de 600 millones, debido, fundamentalmente, a la caída del tráfico aéreo, al descenso del turismo y al impacto del AVE. Pero no serán las reales. Recordar que apenas dos meses atrás sus previsiones pasaban por perder, en el próximo ejercicio, 421,54 millones.
Y es que 2010 será un año donde el turismo y los viajes de negocios no se recuperarán. Las compañías aéreas ya están haciendo previsiones muy duras con cancelación de rutas.
Si a lo dicho le añadimos que para finales de 2010 la deuda acumulada de Aena habrá ascendido a algo más de 12.000 millones (un 20% más en relación con la de 2009) y que alcanzará los 14.000 millones en 2012 si se mantienen los parámetros inversores previstos, nos encontramos con una empresa pública que sus pérdidas año a año se incrementan exponencialmente con una deuda soportada que se hará inasumible per se.
Si fuera una empresa privada iría a la quiebra
El Ministerio de Fomento ha destinado para Aena en los Presupuestos del año próximo una inversión de 1.853 millones, un 5,6% más que en el ejercicio anterior.
La previsión de su presidente es que los ingresos de explotación en 2010 asciendan y lleguen a los 3.000 millones pero ello supone tan sólo un 0,9% más que en 2009. Mientras los gastos de explotación se situarán en los 3.225 millones, un 1,3% más que en el ejercicio actual. Con esos datos el gestor de la red de aeropuertos prevé un Ebitda (beneficios antes de amortizaciones, intereses, impuestos y provisiones) de 566 millones en 2010 aunque si no se produce una recuperación del tráfico aéreo parece difícil de conseguir, más si se tiene en cuenta la congelación de las tasas aéreas en 2010, medida que el Gobierno ya ha anunciado, lo cual va a suponer un endeudamiento adicional para Aena de 1.982 millones.
En suma, cada español debería destinar más de 300 euros de su bolsillo para sufragar el organismo público.
Es, en este contexto donde la privatización, parcial o total, se plantea como la única salida viable para las arcas públicas. El año pasado se realizó un estudio sobre esta posibilidad que en su estimación más conservadora planteaba que el Estado podía recaudar hasta 3.000 millones por la venta de un 30% de la compañía. Este ingreso sería muy bien venido para soportar el crecimiento del déficit público.
El ministro de Fomento, José Blanco, anunció antes del verano que esperaba presentar el plan de privatización parcial de Aena antes de fi n de año pero el tiempo se agota.
El Ministerio sigue estudiando la definición y desarrollo del nuevo modelo de gestión aeroportuaria que quiere implantar en el futuro (con la idea de separar Aena en dos empresas distintas). Vamos ver si finalmente este modelo permitirá la entrada de las comunidades autónomas y del capital privado.