AFF 2013: "Brotherhood" una historia danesa X

Publicado el 02 abril 2013 por Fimin

02 de Abril del 2013 | etiquetas: Atlántida Film Fest, Festivales 2013

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La fórmula no es nueva: elemento extraño se une a un grupo de extrema derecha. Al principio hay disimulo, al final solo problemas. Es "The Believer", es "American History X" y es, también, "Brotherhood" su más digna heredera.

¿De qué va?

Al unirse a un grupo de neonazis, un joven de 22 años conoce a Jimmy, otro de los miembros con el que acabará teniendo una aventura amorosa que pocas simpatías podría despertar entre sus reaccionarios colegas.

¿Quién está detrás?

Realizador de varios vídeos musicales para los raperos daneses Clemens, Moi Caprice y The Ravonettes, el joven danés Nicolo Donato prendia fuego al Festival de Roma 2010 con la incendiaria, y ante todo, gran triunfadora (Mejor Película y Premio Especial del Jurado), "Brotherhood".

¿Quién sale?

Thure Lindhardt y David Dencik. El primero alumbraba la eclosión absoluta que le ha brindado "Keep the Lights On", y no tanto  como icono gay, como por erigirse en estrella internacional de primer orden. El segundo es otro de los grandes protagonistas del Atlántida Film Fest, y no solo como neonazi gay, también por ser quien mueve los hilos de la colosal "Call Girl" (además de haberse hecho un nombre participando en "El Topo" o el "Millennium" de David Fincher).

¿Qué es?

American History X + The Believer (en clave gay) + Brockeback Mountain (sin cowboys pero con neonazis)

¿Qué ofrece?

Una bofetada en toda la cara que también puede tomarse como un tierno cachete o una visceral caricia de quien tiene la osadía de atizarnos con una violenta muestra de drama neonoir protagonizado por 2 neonazis gays. Etiqueta de género subvertida en intenso drama, en doloroso romance, en profunda denuncia, en una mirada tan contundente y polémica como sugestiva y honesta. En "Brotherhood" no hay juicio pero si castigo, no hay tolerancia pero sí...¿amor? La supuesta hermandad de una vil ideología amenazada por la sincera fraternidad homoerótica de quienes la promulgan, se traduce en un torrente de emociones fuertes y sentimientos instintivos que provocan una violenta crisis de identidad en una persona, una pareja, un vínculo, un séquito de lunáticos con encefalograma plano, pero sobre todo, en una sociedad rebosante de hipócritas contradicciones como la nuestra. Controvertida, salvaje, polémica, pero ante todo, necesaria. "Brotherhood" no da respiro...pero si da en el blanco.