AFF 2013: El mejor aperitivo para "The House I Live In"

Publicado el 28 marzo 2013 por Fimin

28 de Marzo del 2013 | etiquetas: Entrevistas, Atlántida Film Fest, Drogas, Festivales 2013

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"Todo lo diseccionado en 'The Wire' ha ido a peor cinco años después", es la frase lapidaria con la  que nuestro compañero, Álvaro P. Ruiz de Elvira, nos presentaba desde su Blog Cultura de El País una entrevista que se nos antoja imprescindible para todo fan de "The Wire", así como para todo espectador que merece "The House I Live In", un extraordinario documental que actualmente compite en la Sección Atlas del Atlántida Film Fest y que cuenta con el atractivo protagonismo de David Simon para desmontarnos "la guerra contra las Dorgas" de Estados Unidos.

El entrevistado en cuestión, no es otro que Rafael Alvarez (así, sin acentuar la A), uno de los guionistas de "The Wire" que acaba de publicar en España su libro sobre la serie, The Wire. Toda la verdad, un volumen de 600 páginas con una guía capítulo a capítulo, entrevistas, análisis, fotografías y que cuenta con textos de David Simon, Laura Lippman, George Pelecanos y Nick Hornby, entre otros.  Una entrevista que se erige en la mejor antesala posible para disfrutar "The House I Live In" en el Atlántida Film Fest.

Policías, camellos, políticos, drogadictos, periodistas, niños, estibadores, trabajadores y, sobre todo, Baltimore como catalizador. De la forma más realista posible. Siempre hablamos de que en The wire se ven reflejadas historias universales, que aunque estén ambientadas en una ciudad en concreto, tratan temas que pueden ocurrir en cualquier parte del mundo. Dramas diarios en un vecindario, corrupción política, sistemas policiales ineficaces con pocos ánimos de ir más allá de cumplir con una buena estadística... Sí, historias universales, pero esta serie sin Baltimore, no sería "The Wire". Rafael Alvarez (1958) lleva a su ciudad natal bajo la piel. Nieto de un marinero gallego que llegó en los años 20 en barco y se quedó para siempre, ha escrito más de 10.000 historias, de ficción o noticias, sobre ella. Y aún así, dice "no estar seguro de haberla capturado".

Alvarez trabajó en el Baltimore Sun desde lo más bajo, repartiendo ejemplares. Después fue redactor de sucesos durante dos décadas. Con el cambio de milenio dejó el periódico y, tras unirse al sindicato de marineros, trabajó como marino mercante, un mundo que conocía bien por su familia. Gracias a su amistad con David Simon, colaboró como guionista en la serie "Homicidio". De ahí, ya abandonando el mar, pasó a formar parte de la plantilla de guionistas de "The Wire" en la segunda temporada, ambientada en el puerto de la ciudad, los sindicatos, y en los problemas y chanchullos de los estibadores.

Pregunta: ¿Cómo explica una ciudad como Baltimore a alguien que nunca ha estado allí?

Respuesta: He tratado de responder a esta pregunta en cada historia que he escrito. Leí una vez, puede que fuera a Maugham, que los escritores cuentan la misma historia una y otra vez, novela tras novela. Eso es lo que he hecho desde que publiqué mi primera pieza, cuando tenía 19 años, sobre los muelles de Baltimore, donde mi abuelo Rafael desembarcó de un antiguo barco de vapor inglés en 1925, se "burrachó" [dicho así por el escritor] en un pub de marineros y nunca se fue. Baltimore es una ciudad preciosa cuando la visitas y una ciudad violenta si tienes la suficiente mala suerte de nacer pobre o adicto. En todas sus formas es una ciudad mágica, del tipo de magia hecha por (pero no siempre visible para) gente que sabe que es afortunada por tener un poco, gente que quizá quiera más. Antes había buenos empleos para la gente sencilla en Baltimore, gente de ascendencia campesina. Empleos fabricando acero, coches, barcos, paraguas e impermeables. La gente podía comprarse pequeñas casas y, más o menos, sin dejarse llevar mucho, eran felices de poder comer bien y beber cerveza por la noche. Esos trabajos ya no existe y tenemos todavía que encontrar un nuevo camino. Ya no parece haber sitio en el mundo para la gente sencilla.

P. Echando la vista atrás, ¿cómo ha envejecido The wire?

R. Ha envejecido extraordinariamente bien. Cada problema que diseccionaba —la guerra contra las drogas, la muerte del trabajo, la mentira de la reforma política, los colegios públicos de mierda para los pobres, la implosión del verdadero periodismo para mantener un ojo sobre todo lo superior— ha empeorado.

SIGUE CON LA ENTREVISTA COMPLETA EN EL PAÍS